Emoción. Dolor. Sentimientos. Quizás palabras que puedan tener algún tipo de relación por sí solas, pero, cuando se enmarcan en la obra de la poetisa colombiana Piedad Bonnett toman un sentido más profundo, se entrelazan de una manera única para narrar desde las letras.
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Y es precisamente esa cualidad la que se reconoció de la nacida en Amalfi, Antioquia, con la obtención del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más prestigioso de la poesía en español y portugués, por la profundidad y belleza con la que se acerca a la vida y por ser capaz de convertir “el dolor en arte”.
Con la experiencia que le dan sus 73 años, Bonnett ha construido una carrera literaria que abarca tanto la poesía como la narrativa y el ensayo. Su obra poética, marcada por una exploración introspectiva y una aguda observación de la realidad, ha resonado profundamente con lectores de diversas latitudes.
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La antioqueña es conocida por su habilidad para transformar lo cotidiano en algo extraordinario, llevando al lector a través de un viaje emocional que explora el dolor, la memoria, la pérdida y la resiliencia.
Tras conocer que era la ganadora del premio, la literata comentó: “Uno siempre tiene esa ilusión, pero es remoto porque es difícil ganarse un premio así. Estoy muy feliz y muy agradecida con el jurado de todas maneras porque hay muchos nombres posibles en lengua española, tenemos poetas extraordinarios”.
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La autora definió su poesía como “la voz que he ido adquiriendo con el tiempo y la lectura de muchos poetas y el ejercicio de la poesía de muchos años que hace que mi voz vaya cambiando, pero de alguna manera es la misma de hace 30 años cuando escribí mis primeros libros”.
“Mi poesía no es porque me lo proponga, sino porque el resultado es así; es una poesía accesible, digamos, no es una poesía ni muy hermética, ni muy oscura, ni muy vanguardista, es una poesía muy sobre lo íntimo, muy sobre lo cotidiano”, agrega la colombiana, quien confiesa que en los últimos años su obra ha estado más centrada en el dolor y el duelo.