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Cuando la crisis de los opioides empezaba a agudizarse en Estados Unidos, el olfato del guionista Wells Tower lo había llevado a un artículo publicado en el New York Times titulado The Pain Hustlers, escrito por el periodista Evan Hughes, que trataba sobre las prácticas turbias de una empresa farmacéutica y de los médicos a los que había convencido para recetar su nueva droga.

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Allí, en paralelo y haciendo dupla, Tower comenzó a escribir el guion de una película mientras que Hughes hizo lo propio con un libro. De ese proceso, aunado a la problemática de las nuevas drogas nació El negocio del dolor, cinta protagonizada por Chris Evans, Emily Blunt y Andy García que llega a Netflix este viernes.

La película, que es dirigida por David Yates, cuenta la vida de Liza Drake (Emily Blunt), una madre de clase trabajadora que acaba de perder su empleo y apenas puede subsistir.

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En un encuentro fortuito con Pete Brenner (Chris Evans), el representante de ventas de una empresa farmacéutica, la ubica en un camino de ascenso económico, pero de dudosa moral, y pronto queda involucrada en una peligrosa operación de crimen organizado.

'Quedé estupefacto con esta historia. Me parece impresionante que estas personas, que no suelen tener capacitación médica, tengan tanta influencia sobre los medicamentos que nos recetan. Y tienen tanta influencia porque están sobornando a los médicos para que prescriban sus drogas, en este caso el fentanilo. Sabía que teníamos una historia entre manos que podría ofrecer una mirada realmente espeluznante sobre cómo funciona la medicina', comentó el guionista Wells Tower.

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