Hacer de la reflexión todo un espectáculo ha sido una de las grandes consignas del Carnaval Internacional de las Artes en sus 17 años de creación. Una cita en la que se conjugan el goce y el pensamiento, y que desde el pasado miércoles los barranquilleros pudieron apreciar en los escenarios que fueron dispuestos a darle vida a este evento.
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Escritores, artistas plásticos, cineastas, guionistas, críticos literarios, actores y hasta trotamundos de las ideas se congregaron en Barranquilla para desplegar lo mejor de su talento y cautivar a los espectadores que se sumergieron en esta aventura artística que bajó su telón la noche de este domingo en el Parque Sagrado Corazón.
Como un Carnaval de 'primera presa' definió el director de comunicaciones del evento, Carlos Polo, esta decimoséptima edición, contando con personajes inéditos que lograron conquistar el corazón de los ‘curramberos’.
'Tuvimos la visita de una gran artista como la flautista Andrea Brachfeld que realizó una interpretación preciosa que creó se quedó en la memoria colectiva de las personas que estuvieron presentes', dijo Polo en diálogo con EL HERALDO.
El también escritor resaltó la duración de un Carnaval que por primera vez se extendió cinco días y fue realizado en un mes atípico, en el que las canrnestolendas de la ciudad ya fueron celebradas, pero que a su vez, demostró que el ambiente festivo de la ciudad no se apaga.
'Es un mes donde pasan muy pocas cosas en términos culturales y el cambio de fecha funcionó de maravilla porque nos dimos cuenta que los aforos estuvieron completos, teniendo por primera vez tantos espacios de la ciudad: 11'.
Todo un jolgorio con sentido se paseó en las profundidades de la literatura con exponentes como el escritor mexicano Juan Villoro reconocido con el ‘Excelencia’ del Premio Gabo 2022 y el escritor y poeta bogotano, José Zuleta Ortiz, ganador del Premio Nacional de Novela Ministerio de Cultura.
'Es una gran diversidad que va desde la música hasta las manifestaciones populares y fonológicas del país, afuera de este y toda la gran cuenca del Caribe representada en sus músicos. Cuando estuvimos con el escritor Villoro y automáticamente pasamos a canciones dedicadas a Barranquilla, eso es algo que nos muestra los diferentes tonos que podemos encontrar'.
Fue una ‘fiesta de la reflexión’ con toques exquisitos para todos los gustos, de posibilidades infinitas que supo navegar en el barco del pensamiento crítico y la gozadera.
'En la sesión del maestro Fernando Linares en medio de la poesía y la poética de los boleros hizo que el público terminara cantando de una manera magistral. En el cierre, Ray Olán muestra la bandera de Barranquilla y Puerto Rico, siendo algo completamente emocionante'.