Un mundo lleno de colores. Esa es la vida de María Rueda Romero, una barranquillera que ha hecho de la ilustración digital un arte. A sus 28 años, esta joven criada en uno de los sectores más populares de la ciudad, la carrera 8, ha logrado llevar su trabajo al mundo.
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La menor de cuatro hermanas, es la única con vocación artística en la familia. Lo suyo en el arte y la ilustración no fue cuestión de destino, ella, con sus acciones y pasión, hizo que las cosas pasaran.
Desde pequeña, cuando se sentaba en la tienda que administraban sus papás, Don Samuel y Doña Ángela, y veía los colores solo quería empuñarlos y pintar, aunque, claro, esos eran para venderlos por los que optaba, entre risas, por robarlos.
Luego, en el colegio, en el Virginia Rossi donde estudió toda su vida, siempre destacó por las artes, el baile, la música, aunque 'Mis papás no me apoyaban en nada de eso, de meterme en un curso de pintura o alguna cosa así, nada', comentó.
A pesar de todo, su meta era clara: el arte, en cualquier presentación.
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