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Un mismo sueño. Hace 10 años Ketty Reniz y Eduvar Betín, una pareja de emprendedores, decidieron llevar a cabo un modelo de negocio cuyo enfoque se inclinó en servicios estéticos porque consideraron que este es un componente esencial en el diario vivir de la sociedad. Vanity Evolution fue el nombre que le otorgaron a su peluquería que en aquel entonces contaba con menos de ocho trabajadores con una genuina pasión por atender a quienes iban por un cambio de look, sentirse cómodos, despejarse o simplemente alistarse para una ocasión especial.