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Desde el miércoles 14 hasta el domingo 18, la ciudad y el país escucharon las poderosas trompetas, el ritmo frenético del piano y el golpe de la batería que resonaron durante el sagrado ritual musical que convocó a miles de residentes de la ciudad a gozar de la edición 26 de Barranquijazz Festival.

Durante los cinco días, el primero de ellos virtual y cuatro con agenda presencial, la ciudad se llenó de música continua, de encuentros, de risas, de baile, de goce estético y arrobamiento colectivo.

El gigantesco nivel musical de las bandas, agrupaciones, ensambles y distintas propuestas que integraron la nómina de lujo, así como la admiración del público, fueron, entre otras, las principales características que tuvo este año el festival musical.

Más de cinco mil personas acudieron al llamado de los tambores y las trompetas de manera presencial tras dos años de ausencia a causa de la pandemia de la covid-19, lo que permitió el encuentro para que los amantes de este género musical disfrutaran de las memorables galas nocturnas, conversatorios, foros y demás eventos musicales.