Una monarquía indeleble y casi que inagotable ha estado en manos de la reina Isabel II durante 70 años, lo que la convierten en acreedora del tercer reinado más largo de la historia.
Elizabeth Alexandra Mary, (en español, Isabel Alejandra María) es la reina actual del Reino Unido desde el 6 de febrero de 1952 cuando fue decretada soberana de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Los 15 estados independientes que integran la Mancomunidad de Naciones también están a su cargo y a su vez, reina en los 54 países que hacen parte de esta organización.
El 21 de abril de 1926 a las 2:40 a.m. se desconocía que estaba naciendo la mujer que se convertiría en la monarca más longeva desde que se tiene memoria.
Ese día, en la casa de su abuelo materno ubicada el 17 de Bruton Street, en Mayfair, Londres, vino al mundo Isabel, siendo así la hija mayor del rey Jorge VI y Elizabeth Bowes-Lyon, la reina madre.
Cuatro años después vio crecer a su única hermana, la princesa Margarita que falleció a los 71 años en el 2002.
Longevidad sin precedentes
Luego de haberse criado en la realeza, ya era conocida como Su Alteza Real la princesa Isabel de York. Sin embargo, el título de reina no era completamente cierto en ese momento. En la línea de sucesión ocupaba el tercer lugar y luego de que su tío, el rey Eduardo VIII abdicara al trono por su matrimonio con Wallis Simpson, duquesa de Windsor, su padre se convirtió en rey y por lo tanto, ella fue la heredera legal de la corona.
Desde entonces, su monarquía se ha extendido por siete décadas en las que ninguna mujer ha logrado superar su denominada longevidad. Bhumibol Adulyadej, rey de Tailandia desde junio de 1946 a octubre de 2016 y Luis XIV de Francia, el famoso Rey Sol, monarca durante 72 años y 110 días son los únicos que le anteceden.