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Se prendió el Carnaval de Barranquilla 2022, así lo ordenó anoche la soberana Valeria Charris Salcedo al darle lectura a los cinco artículos de su Bando en medio del evento ‘Joselito Vive’ que se cumplió en el teatrino del Malecón del Río.

La propuesta inició con un show de banderas barranquilleras ondeadas por las 29 aspirantes al Reinado Popular, que a su majestad Valeria en una noche muy emotiva.

Seguidamente varias parejas de las danzas y comparsas más tradicionales de la Fiesta, tales como: el Cumbión de Oro, el Congo Reformado, el Cipote Garabato, Las Negritas Puloy, y Son de Negro entraron a escena para poner a bailar a los asistentes que desde la grada disfrutaron cada instante.

Al son de cada ritmo Valeria reafirmó sus dotes artísticos y demostró una vez más porque es la anfitriona de las carnestolendas.

Con esta muestra cultural se dio paso a la entrega de las llaves de la ciudad a la soberana y el bastón de mando al rey Momo, Kevin Torres, por parte del alcalde Distrital, Jaime Pumarejo Heins, quien en uso de sus facultades legales y constitucionales, no sólo entregó el mando simbólicamente a los reyes, sino que a través del decreto 0246 de 2022, declaró como cívicos los cuatro días carnavaleros que se vivirán entre el 26 al 29 de marzo.

'Que este sea el Carnaval de la vida, el Carnaval de la alegría y el del recuerdo por aquellos que hemos perdido en estos dos difíciles años, bailen por ellos y en cada baile acuérdense de su esfuerzo', expresó el mandatario.

Valeria recibió las llaves de La Arenosa con un despampanante vestido plateado diseñado y confeccionado por los estudiantes de la Escuela Distrital de Arte y Tradiciones Populares EDA, que lleva por nombre ‘Al Son de Nuestra Cultura’.

Llegó el segundo cortejo real, y esta vez, de la mano y brincos de las tradicionales Marimondas del Barrio Abajo y los Auténticos Monocucos de Las Nieves, quienes respaldaron al rey Momo 2022, Kevin Torres en su coreografía.

La fiesta continuó con la expresión cultural de la danza Pájaros de Identidad, danza el Caimán; hasta llegar a la altura del vuelo de los Coyongos, y con ellos la fantasía y el brillo se hizo presente con las comparsas de fantasías.