Este 2 de diciembre Britney Spears cumplirá 40 años en plena libertad. Con dos hijos adolescentes, una fortuna avaluada en 60 millones de dólares, deseosa de casarse por segunda vez (esta vez con su entrenador personal Sam Asghari) y un resurgir de su carrera por delante, este domingo la artista estadounidense canta, danza y saborea su libertad.
Bastó una audiencia de 30 minutos este viernes para que la jueza de Los Ángeles, Brenda Penny, cerrara la persiana del calvario que desde el 28 de octubre de 2008 sufrió la artista al no poder tener pleno control de su vida.
Control, entre otras cosas, de decisiones básicas como tomar o no pastillas anticonceptivas, recibir medicamentos, escoger a sus médicos, hacer llamadas telefónicas, usar su móvil, hablar con sus amigos o decidir qué libros leer, como en su momento lo manifestó en un informe a la cadena CNN Dan George, exempleado que trabajó con ella en 2008 y quien administraba la gira promocional de Circus.
Ante el tribunal en junio de este año, Spears suplicó que le dejaran recuperar su vida y denunció que, aunque le gustaría tener un bebé, su tutor, en ese entonces su padre, Jamie Spears, no la dejaba ir al médico para quitarse el DIU (dispositivo intrauterino) que tenía insertado.
'La tutela de la persona y del patrimonio de Britney Jean Spears ha sido terminada', dijo la jueza Penny.
El veredicto corta de tajo la tutela que ejercía su progenitor, cuyas acciones 'abusivas' reveló este año el documental del diario The New York Times, Framing Britney Spears, y que enfocó mucho más los reflectores de la opinión pública mundial contra su tutor legal.
En ese documental, uno de los testimonios más escandalosos lo dio un exempleado de seguridad, que afirmó que el padre mandó a colocar micrófonos en la casa de Britney, cuyas llamadas y mensajes eran interceptados, incluyendo las comunicaciones con su propio abogado y sus hijos.
Cabe recordar que en marzo de 2019 sus fans en el mundo, pero sobre todo en Estados Unidos, comenzaron a convertir en tendencia el hashtag #FreeBritney. Esa acción ciudadana desde las redes sociales generó la atención de los medios de comunicación.
Esos mismos seguidores de la Princesa del Pop, agolpados afuera del tribunal de Los Ángeles estallaron en alborozo este viernes al conocer la decisión de la jueza en su escueta pero contundente oración.
El video de ese momento lo colgó la propia artista en su cuenta de Instagram, minutos después de haber ocurrido.
'¡Dios mío, amo tanto a mis fans que es una locura! ¡Creo que voy a llorar el resto del día! El mejor día de mi vida, alabado sea el Señor. ¿Puedo recibir un amén?', escribió la cantautora que comenzó su carrera en Club Disney.
En declaraciones a la prensa tras el fallo, el abogado de la artista, Mathew Rosengart, precisó que la decisión judicial entra en efecto 'de inmediato', tanto en la custodia legal de la persona, como en su patrimonio.