La Cinemateca del Caribe es una institución que se ha renovado y mantenido a lo largo de 35 años más allá de cualquier personalismo. Así lo expresa Jaime Abello Banfi, su hilo conductor durante todo este tiempo de buen cine, pero sobre todo de formación de públicos.
La historia de su constitución oficial ante notario, se remonta al 18 de septiembre de 1986. En su conformación aparece como presidente un acorazado de la cultura en la ciudad, Germán Vargas Cantillo, que antes de esa fecha, en agosto, solicitó la personería jurídica ante el gobernador del Atlántico de la época, Fuad Char Abdala.
Sin embargo, como lo narró Tita Cepeda en una columna que publicó en EL HERALDO, en sus ‘Burbujas de la Cultura’, la creación de la Cinemateca tiene como progenitor la tradición de los cine clubs que se daban en la ciudad, como el que en 1956 gestó su esposo Álvaro Cepeda Samudio y que recibió el apoyo de 'don Carlos Dieppa'.
Con ese antecedente, en 1983, otro cine club asumió esas banderas, esta vez en la Cámara de Comercio de Barranquilla y bajo la dirección de Braulio De Castro. 'Él venía con todo el bagaje del cineclubismo barranquillero que se había hecho en la Alianza Francesa o el Colegio Alemán, y por supuesto el que tuvo Álvaro Cepeda en una época (…) Teníamos un proyector de 16 milímetros con el apoyo de Arturo Saravia, que era el director de la Cámara de Comercio. Se presentaba una vez a la semana', recordó Abello Banfi. Ese fue el punto de inflexión, el momento en el que se encendió ‘el cinematógrafo’, por así decirlo, para sembrar la semilla de crear una cinemateca en la capital del Atlántico.
'En la época en que estábamos en la promoción de Telecaribe, en el año 1985, empezamos los trámites con el Ministerio de Comunicaciones y vimos que había la oportunidad de conseguir unos proyectores de 35 milímetros para la ciudad. Ahí yo propuse crear una Cinemateca', agrega Abello Banfi, hoy director General y cofundador de la Fundación Gabo.
Así, la historia vuelve a la conformación del comité promotor que le dio origen a la institución cultural que en primera instancia presidió Germán Vargas Cantillo. Ese comité lo integraban 157 líderes cívicos y culturales de la ciudad. Luego de obtener unos proyectores de Focine, entidad que dirigía María Emma Mejía para esos días de 1986, y que la Universidad del Norte prestara sus instalaciones para acoger las funciones, comenzó a funcionar la Fundación Cinemateca del Caribe bajo la dirección de Braulio De Castro. La oficina operaba en la casa de Tita Cepeda.
Además de Braulio, en estos 35 años la Cinemateca ha contado con la dirección de Sara Harb, Carlos Escobar de Andreis, Marta Gómez, Irene Insignares, Maribel Abello, Deyana Acosta y la actual María Fernanda Morales.
Abello Banfi resalta que la razón principal de la permanencia de la Cinemateca del Caribe en el tiempo es que nació con un marco institucional definido que se ha respetado y la junta directiva siempre ha tenido un acompañamiento institucional vital. Partners como la Cámara de Comercio en el inicio, la Fundación Santo Domingo, que se llamaba a finales de los 80 Fundación Barranquilla, la Universidad del Norte, que sigue siendo miembro institucional de la Cinemateca, Combarranquilla, que ha sido 'un aliado extraordinario y muy importante' han sido fundamentales.
'Por ejemplo, sin Combarranquilla no hubiéramos logrado tener las salas de proyección. Tanto Junior Gómez, como Ernesto Herrera nos han dado todo su apoyo junto a todo su equipo. También el Ministerio de Cultura, la Alcaldía, la Gobernación, el archivo a través del Centro de Documentación Audiovisual del Caribe, empresas como Promigas, Gases del Caribe, el Grupo Sura y muchos otros más que han estado presentes con sus apoyos', destacó Abello Banfi.