Como un 'triunfo' califica el hecho de lograr darle seno a su recién nacido. Hoy para ella es motivo de felicidad, pero seis años atrás la historia fue otra.
Con su primogénita, Lorena Ramos había vivido un calvario. Era tormentoso amamantar a su pequeña por dificultades al momento del agarre. La leche que producía y que su bebé no podía recibir, se acumulaba y generaba inflamaciones y dolores en su pecho. Esto le provocó una mastitis.
'Mis pezones eran planos, a mi primera hija se le dificultaba agarrar. Me hacían trabajos manuales, con chupos de silicona y no me funcionaba. Terminé teniendo la mastitis, la leche que no salía se terminó convirtiendo en masa, y llegó el momento donde se puso muy dura y me provocó un absceso mamario', narra la mujer.
Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para drenarla. Fue una experiencia 'horrible', según Ramos. Al no poder amamantar a su pequeña, debía extraerse manualmente la leche y mantenerla en teteros para alimentarla y acompañar su dieta con leche de fórmula.
El temor de que se repitiera la misma situación con su segundo hijo estaba latente, y así pasó. Con su recién nacido, que está próximo a cumplir su primer mes de vida, decidió recurrir a un extractor eléctrico. El líquido que lograba sacar lo envasaba en teteros que mantenía refrigerados todo el tiempo.
'Llegó un momento en el que dije ‘esto no puede seguir así’. Comencé, me dediqué, le puse empeño y mucha paciencia. Empecé a practicar y a ponerlo en mi pecho hasta que logró agarrar. Hoy ya toma seno'.
Esta madre barranquillera hoy comparte su historia y se une a la celebración de la Semana de la Lactancia Materna (promovido por la ONU y UNICEF) que se extiende hasta el 8 de agosto.