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Después de una ruptura sentimental se pueden desarrollar un conjunto de síntomas físicos y emocionales que comúnmente son conocidos como ‘tusa’, ‘desamor’ o ‘mal de amores’. De acuerdo con expertos, no solo se trata de tristeza y sentimiento de pérdida, sino de enfermedades físicas que afectan al sistema inmunológico, y pueden generar alternaciones mentales.

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Según el psicólogo Samuel Solórzano, el mal de amores puede ser una experiencia profundamente dolorosa que desencadena una serie de emociones como sentimientos de tristeza, ira, confusión y desesperanza.

De acuerdo con el experto, el origen del ‘mal de amores’ está en el desequilibro hormonal que provoca, pues cuando una persona se enamora, el cuerpo produce grandes cantidades de las llamadas hormonas de la felicidad, entre ellas, dopamina, oxitocina, serotonina y vasopresina.

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Debido a esto, las personas se puede sentir eufóricos, conectados con el ser amado y plenos de energía, y proporcionan un estado de máximo placer y relajación.

Cuando se da la ruptura sentimental, los niveles de estas hormonas caen abruptamente al tiempo que aumenta el cortisol, conocida como la hormona del estrés.

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Para el psicólogo clínico Solórzano, la persona con mal de amores puede presentar variaciones mentales como: perder la motivación y el interés por las cosas cotidianas, pérdida del apetito, sufrir alteraciones del sueño, estar agotada en todo momento y siente una gran necesidad de aislarse.

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Además, se puede padecer efectos físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos y un mayor riesgo a sufrir infecciones, ya que el sistema inmunológico se ve debilitado

“Cuando tenemos el cortisol elevado durante varios días, puede subirnos la presión arterial y ocasionar insomnio, gastritis, espasmos musculares y una disminución de las defensas”, explica el especialista.