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En Colombia hay un registro de 3.034 pacientes inscritos a la espera de ser trasplantados, según reporta la Red Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos.

De esos pacientes 128 permanecen en el Atlántico a la espera de donantes.

El órgano que más requieren los pacientes es el riñón, según informe de la Red Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos. En el departamento son 119 personas las que se encuentran en lista de espera para obtener este órgano vital del sistema urinario.

Uno de esos pacientes es Milba Lucía Cárdenas Anaya, quien desde 2017 comenzó a presentar síntomas como presión alta, hinchazón en el cuerpo y problemas para respirar. A raíz de estos malestares su esposo decidió llevarla a un centro asistencial en el que estuvo hospitalizada por cerca de 15 días.

A Milba se le realizaron varios exámenes para determinar cuál era la enfermedad que estaba deteriorando su estado de salud. Los resultados para la mujer, que en ese entonces tenía 31 años, no fueron nada alentadores.

El diagnóstico decía que padecía lupus, una patología definida por Mayo Clinic como 'una enfermedad auto inmunitaria sistémica que se presenta cuando el sistema inmunitario del organismo ataca sus propios tejidos y órganos'.

Cárdenas afirma que desde el 2016 empezó a padecer los síntomas propios de esta enfermedad, tales como: fatiga; hinchazón en las articulaciones; lesiones en su piel que empeoraban con la exposición al sol y por lo que le recomendaron usar bloqueador solar; cuando siente frío los dedos de sus manos y sus pies se tornan de color blanco, lo que se conoce como fenómeno de Raynaud, sensación de ahogo y dolores de cabeza.

Lo único que no presentó fue la erupción en forma de mariposa en el rostro que abarca las mejillas y el puente de la nariz.

La inflamación causada por el lupus puede afectar distintos sistemas y órganos del cuerpo, entre ellos: articulaciones, piel, riñones, células sanguíneas, cerebro, corazón y pulmones.

Fueron precisamente los riñones de Milba los que empezaron a fallar. Recuerda que con el paso de los meses empezó a orinar muy poco y de forma muy clara.

Como consecuencia de esto tuvo que empezar a someterse a hemodiálisis desde enero de 2019, pero su cuerpo no acogió el tratamiento de manera adecuada, por lo que el personal médico ordenó que el procedimiento cambiara a diálisis peritonial ya que el otro hacía que la presión arterial se le subiera demasiado.

La diálisis peritonial consiste, según Mayo Clinic, en poner a circular un líquido purificador a través de un catéter en el abdomen.

'El tejido que reviste el abdomen (peritoneo) actúa como filtro y quita los desechos de la sangre. Luego de un período de tiempo determinado, el líquido con los desechos filtrados fluye hacia afuera del abdomen y se descarta', explica la institución especializada en salud.

Esta ama de casa reside en el corregimiento de Villa Rosa, sur del Atlántico, con su esposo y sus dos hijos, una niña de 12 años y un niño de 7.

Semanalmente debe viajar tres veces a Barranquilla para poder someterse al tratamiento, cada viaje, según describe, le representa un costo de $40 mil, para poder costearse el procedimiento médico se dedica a vender sopas y postres.

Hace poco más de dos semanas, Milba sufrió un revés en su tratamiento. El catéter que está incrustado en su abdomen adquirió una bacteria que le produjo una infección por lo que en este momento se encuentra hospitalizada en una clínica de la ciudad.

Dice que ha ido evolucionando, pero anhela con todo su corazón una 'llamada de vida' en la que le digan que por fin encontraron un donante para someterse al trasplante que le permita retomar su vida.