Un equipo de la clínica universitaria berlinesa de la Charité y del Instituto Francis Crick londinense ha detectado diferencias en la sangre entre pacientes graves y leves de COVID-19, lo cual podría contribuir a anticipar la evolución de la enfermedad en futuros contagiados.
Los científicos identificaron en la sangre de 31 pacientes analizados 27 proteínas, presentes en cantidades diferentes según la gravedad del contagio, precisa la Charité en un comunicado sobre el estudio, publicado en la revista especializada 'Cell Systems'.
Estos perfiles de biomarcadores permitirían a los médicos 'evaluar a partir de un análisis de sangre en una fase temprana si un paciente con COVID-19 desarrollará o no síntomas graves', explicó Markus Ralser, director del Instituto de Bioquímica de la Charité y jefe de equipo en el Instituto Francis Crick.
'Y esto puede potencialmente salvar vidas. Cuanto antes sepan los médicos qué pacientes necesitan tratamiento médico intensivo, más rápido podrán aprovechar las opciones terapéuticas disponibles', agregó.
Por otra parte, el uso de esta tecnología como prueba de diagnóstico' aportaría claridad en el hospital acerca de la condición del paciente, 'independientemente de cómo el propio enfermo describa su estado', agregó.
En determinadas circunstancias los síntomas de un paciente pueden no reflejar el estado real de enfermo, 'por lo que una evaluación objetiva a partir de un perfil de marcadores biológicos puede ser muy valioso', indicó.
Con el fin de hallar los biomarcadores adecuados, el equipo liderado por Ralser utilizó los métodos de análisis más modernos para determinar con gran rapidez la cantidad de diferentes proteínas presentes en el plasma de 31 pacientes con síntomas de COVID-19 desde los leves a los más graves tratados en la Charité.
De esa manera, los científicos detectaron un importante número de biomarcadores de proteína en el plasma cuya concentración en la sangre era mayor o menor según la gravedad de la enfermedad.
Estas firmas moleculares fueron validadas a continuación en un grupo de 17 pacientes con coronavirus y 15 personas sanas.
De esta manera, el equipó logró demostrar que las firmas de proteína describen correctamente en los pacientes la gravedad de la enfermedad según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre las 27 proteínas que reflejan el estado de la evolución de la enfermedad se encuentran algunas que hasta ahora no se habían relacionado con una respuesta inmunitaria.
Pero entre los biomarcadores identificados figuran por ejemplo también factores de coagulación y reguladores inflamatorios.
Algunas de estas proteínas influyen a nivel molecular sobre la proinflamatoria interleucina 6, que según los primeros estudios tiene relación con síntomas graves de COVID-19.
De esta manera, una serie de estos biomarcadores ahora identificados podrían representar puntos de referencia adecuados para nuevas terapias, señala el comunicado.
El equipo de científicos tiene previsto ahora analizar cómo las firmas de estos biomarcadores cambian con la evolución temporal de la enfermedad y aplicar el estudio a un número mayor de pacientes.