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Patrii no tiene cara, tampoco cuerpo o es algo tangible, sin embargo está en todas partes. Su lugar de nacimiento fue Barranquilla y actualmente reside en San Francisco.

Su nacimiento tomó 4.500 horas de trabajo y vio la luz gracias al trabajo mancomunado de la Clínica Oftalmológica del Caribe (Cofca) y MacondoLab, de la Universidad Simón Bolívar, con el apoyo de Colciencias. Tomó el nombre de Patrii en homenaje a la doctora Patricia Amarís, primera glaucomatóloga de Cofca. Su nombre también significa plataforma autónoma con tecnología para redacción e interpretación para lecturas de imágenes, su verdadera función (o por lo menos la primera de muchas que esperan desarrolle).

Se trata de un prototipo de inteligencia artificial para lectura de imágenes. Un sistema técnico que apoyará en la lectura de los campos visuales, el examen que puede determinar la existencia de glaucoma.

Con el apoyo y acompañamiento de Colciencias en el que oftalmólogos, matemáticos, ingenieros, informáticos y otro gran número de profesionales de ambas instituciones trabajaron, se consiguió a Patrii, un software capaz de interpretar exámenes oftalmológicos de campo visual con la misma confiabilidad que un oftalmólogo.

El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo y, por lo general, puede prevenirse con tamizaje y tratamiento apropiado.

Jorge Martínez, gerente general de Cofca, comenta que se trata de un proyecto ambicioso 'que no genera un diagnóstico, no se reemplaza al médico, pero significa un apoyo importante para todos los especialistas'.

En promedio estos exámenes tardan 10 días en ser leídos. 'Con la tecnología de Patrii cuando el paciente se esté levantando se le entrega el examen interpretado', destaca.

La doctora Patricia Amarís explica que la prueba funcional para detectar esto es el campo visual. 'Te sientas en una cúpula mirando un punto y vas a marcar lo que ves al rededor. Hay muchos exámenes estructurales, pero siempre el campo visual es fundamental y hay que hacerlo'.

Recuerda la doctora que estos análisis inicialmente se escribían a mano, luego con grabadora, siguió el CD y ahora una tecnología innovadora llamada Patrii.

'Se logró nutrir a través de inteligencia artificial con varios algoritmos, a través de experiencias y demás. Que Patrii aprendiera a interpretar el informe como si fuera el oftalmólogo no ha sido una cosa improvisada', destaca la especialista.

Aclara que Patrii será una ayuda para leer los exámenes, no la encargada de dar el diagnóstico. 'Te dice si el campo visual de la persona está fuera de lo normal o no, ya el oftalmólogo es el que interpretará. No estamos reemplazando al médico, es una lectura inmediata', agrega.

Reynaldo Villarreal, director de tecnologías de Macondolab, explica que en 15 segundos Patrii, que está incorporada a la máquina, responde. Ella es una interfaz donde los especialistas suben los resultados, envía la información a su servidor ubicado en San Francisco y devuelve el análisis. 'Tiene un aprendizaje supervisado por especialistas, no autoaprende', destaca.

Así es como los creadores de Patrii planean que ella sea la asistente ideal para los médicos. Una inteligencia artificial desarrollada con inteligencia local.