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Comer pescado y mariscos con altos niveles de mercurio podría aumentar el riesgo de sufrir esclerosis lateral amiotrófica (ELA), según un estudio preliminar publicado hoy por la Academia Estadounidense de Neurología.

La causa exacta de este tipo de esclerosis se desconoce, pero algunos estudios anteriores sugirieron que el mercurio podría ser un factor de riesgo para la dolencia.

En Estados Unidos, la principal fuente de exposición al mercurio es comer pescado contaminado con este metal neurotóxico.

La ELA, conocida también como la enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad del sistema nervioso que ataca a las células nerviosas (neuronas) que están en el cerebro y la médula espinal y que no tiene cura.

Para elaborar el estudio, los investigadores preguntaron a 518 personas, 294 de las cuales tenían la enfermedad y 224 que no la tenían, sobre su consumo de pescado y mariscos.

Los científicos concluyeron que, entre los participantes que comieron pescado y mariscos regularmente, los que estaban en el 25 % de los que consumieron más mercurio tenían el doble de riesgo de sufrir la enfermedad que los que ingirieron menos cantidades del metal.

Los autores enfatizan que este estudio requiere de nuevas investigaciones al respecto y que sus conclusiones 'no niegan el hecho de que comer pescado proporciona muchos beneficios de salud'.

Lo que sugiere el estudio es que se deben escoger especies con menos contenido de mercurio, así como evitar consumir pescado de aguas contaminadas con el metal.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU recomienda que las mujeres en edad fértil y los niños coman de dos a tres veces por semana pescados como el salmón o las sardinas, que tienen bajos niveles de mercurio y son ricos en nutrientes como el omega-3.

La FDA recomienda asimismo evitar el pescado con más alto contenido en mercurio, como el pez espada y el tiburón, así como comprobar los avisos sobre las aguas si se consumen piezas pescadas por familiares o amigos.