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'La música alta puede dañar los oídos si la escucha durante un tiempo prolongado', es la advertencia que aparece en algunas aplicaciones de música en los dispositivos móviles, cuando el volumen se sube al máximo. Un riesgo que comienza a materializarse en Colombia, donde cinco millones de ciudadanos, un 11% de la población total, sufre de  pérdida de la audición, o hipoacusia, de acuerdo con cifras presentadas por el Ministerio de Salud y Protección Social. 

La entidad indica, así mismo, que la proporción aumenta a 14% en la población activa entre los 25 y los 50 años.  Sin embargo, solo tres de cada diez personas acuden al especialista.

La hipoacusia es la incapacidad total o parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos. Dicha patología puede presentarse desde el nacimiento, o ser adquirida por diferentes causas como: traumatismos, infecciones del oído, exposición a altos niveles de ruido, enfermedades como la meningitis, el uso de medicamentos ototóxicos —que producen un efecto nocivo sobre el oído— y la aparición de tumores en el nervio auditivo. Mientras que la sordera o cofosis es la pérdida total de la función auditiva.

En el país, los problemas de pérdida de audición están asociados, en su mayoría, a la exposición al ruido de los reproductores cerca del oído, al tráfico, el alcohol, los medicamentos y las drogas. En adultos, los dos orígenes más comunes son el ruido y el envejecimiento.

 El Ministerio estima que el número de casos de problemas de audición será en los próximos años dos veces mayor que en los países desarrollados debido a las numerosas infecciones de oído sin tratar.

'La población en riesgo de desarrollar hipoacusia debe saber que al perder la capacidad auditiva esta no regresará', explica la doctora María Piedad Núñez, experta clínica de Cochlear.  Agrega que además de limitar la capacidad de una comunicación efectiva,también provoca episodios de ansiedad y depresión, pérdida del sueño y una menor productividad.

En el mundo, según datos de la OMS el 5% de la población sufre de hipoacusia y, de los afectados, 32 millones son niños. 

La cifra de hipoacusia indicada por la OMS podría aumentar en los próximos años, ya que cerca de 1,1 billones de adolescentes y adultos jóvenes en el mundo están en riesgo de padecer pérdida de la audición, debido al uso inadecuado de dispositivos de audio personales y a la exposición a niveles perjudiciales de sonido en lugares de entretenimiento como discotecas, bares y eventos deportivos.

Tipos de Hipoacusia

La Asociación Colombiana de Otología y Neurotología afirma que la hipoacusia se divide en tres grandes grupos: la conductiva, la neurosensorial y la mixta.

Comienza explicando que la audición empieza con un proceso mecánico, donde las ondas sonoras viajan hasta llegar a la oreja y al tímpano, las ondas hacen vibrar la membrana timpánica y ésta a su vez empuja una cadena de pequeños huesecillos. Más internamente, estas vibraciones se convertirán en impulsos eléctricos, añaden. 

Así, 'cualquier alteración en esta cadena de movimiento puede generar disminución conductiva de la audición'. El ente se refiere a la hipoacusia conductiva, que afecta la conducción del sonido, desde su entrada a la oreja hasta el oído interno, donde se convierte en un proceso eléctrico que codificará el cerebro como un sonido. 

Algunas de las causas mencionadas por la organización son afectaciones anatómicas del conducto, que bloquean la luz del mismo; enfermedades infecciosas del conducto auditivo externo (CAE), que inflaman u obstruyen el conducto; perforaciones de la membrana timpánica; líquido anormal alojado en el oído medio, entre otras. 

La hipoacusia neurosensorial, antes llamada ‘sordera nerviosa’, por otra parte, es originada de forma congénita o es adquirida. La primera está presente desde el nacimiento y constituye el problema más frecuente en bebés recién nacidos. Puede ser heredada o estar causada por un desarrollo anormal en las etapas de gestación del feto. La adquirida puede estar causada por traumatismos, la presbiacusia (pérdida de audición a medida que se envejece) o la exposición a ruido de maquinaria o armas de fuego. 

La hipoacusia mixta se explica si el paciente presenta ambas fallas en el mismo momento.

Recomendaciones

Según la médico Núñez, para prevenir la pérdida de la audición es recomendable adoptar los siguientes hábitos saludables: acostumbrarse a mantener el volumen bajo en los dispositivos de audio y usarlos máximo una hora por día; también sugiere usar protectores para los oídos en lugares ruidosos. 

La especialista señala asimismo que hay muchos problemas auditivos que pueden ser tratados si se detectan a tiempo. Por ello, sugiere prestar atención a síntomas como: dificultad para oír en ambientes ruidosos, problemas al seguir conversaciones entre dos o más personas, escucha de sonidos que parecen demasiado fuertes y percepción de voces mal articuladas o entre dientes. 'Es importante recordar que cuando la pérdida de la audición interfiera con su estilo de vida es primordial acudir al médico especialista', dice.

Categorías según grado de pérdida de audición

Pérdida leve de la audición. Se presenta cuando la persona tiene dificultad para entender el habla en entornos ruidosos.

Hipoacusia moderada. Existe cuando la persona tiene complicaciones para entender el habla sin una prótesis auditiva.

Hipoacusia severa. Obliga al paciente a usar prótesis auditivas o un implante para poder escuchar.

Hipoacusia profunda. Implica que la persona tan solo puede recurrir a la lectura de labios o al lenguaje de signos, o a un implante coclear, para poder comunicarse.