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Después de más de 40 años de estudio, el gobierno estadounidense afirma que no ha encontrado evidencia de que los jabones antibacterianos de uso común impidan la propagación de gérmenes, y los reguladores desean que los fabricantes de Dawn, Dial y otras marcas usadas en los hogares prueben que sus productos no representan un riesgo para la salud de los consumidores.

Los científicos de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés) anunciaron el lunes que han reconsiderado la seguridad del uso de triclosán, el agente desinfectante hallado en el jabón que por lo general se usa en la limpieza de cocinas y baños. Recientes estudios sugieren que el triclosán y sustancias similares pueden interferir con el nivel hormonal en los animales de laboratorio y estimulan la reproducción de bacterias resistentes a las drogas.

El resultado preliminar del gobierno brinda nuevo respaldo a los investigadores ajenos al sector que desde hace mucho alegan que las sustancias químicas son en el mejor de los casos inefectivas y en el peor una amenaza a la salud pública.

'Finalmente la FDA ha exhortado a la industria a que nos demuestre que el uso de esos productos es mejor que el agua y el jabón, y la información no corrobora eso', destacó Stuart Levy de la Escuela de Medicina de la Universidad Tufts.

Aunque la norma sólo se aplica a los productos de higiene personal, sus implicaciones son amplias para una industria que mueve 1.000 millones de dólares en miles de productos antibacterianos, que abarcan desde cuchillos de cocina y juguetes hasta pasta dentífrica.En los últimos 20 años, las empresas han agregado triclosán y otros limpiadores a miles de productos domésticos, destacando sus beneficios al matar los gérmenes.

La medida tomada el lunes afecta virtualmente a todos los productos de jabones que llevan etiquetas que los caracteriza como antibacterianos, entre ellos jabones para las manos, el cuerpo y para los platos.

No se incluye los desinfectantes de manos, porque tienen como base alcohol en vez de sustancias químicas antibacterianas.

El resultado fue publicado más de 40 años después que la FDA comenzó a analizar el triclosán, triclocarban e ingredientes similares. El gobierno sólo accedió a publicar el resultado de su estudio después de tres años de una batalla judicial con el grupo ambientalista Natural Resources Defense Council (Consejo de defensa de los recursos naturales) que acusó a la FDA de haber postergado tomar medidas sobre el uso de posibles sustancias químicas perjudiciales.

Se calcula que el triclosán está en un 75% de los jabones líquidos antibacterianos y el jabón líquido para el baño que se vende en Estados Unidos. Más del 93% de los jabones de manos antibacterianos contienen triclocarbán o triclosán, informó la FDA.

En 1972 se le pidió a la FDA que confirmara los beneficios de esos jabones, como parte de una ley destinada a establecer normas para decenas de limpiadores antibacterianos. Pero años de demoras y plazos incumplidos impidieron que se establecieran esas normas. La agencia publicó un borrador preliminar de sus resultados en 1978 pero nunca completó los resultados hasta el lunes.

Gran parte de los estudios sobre la seguridad del triclosán en animales de laboratorio, como ratas, han demostrado cambios hormonales de testosterona, estrógeno y en la tiroides. A algunos científicos les preocupa que tales cambios en los humanos puedan aumentar el riesgo de infertilidad, pubertad prematura e incluso cáncer.

En marzo del 2010, la Unión Europea prohibió el uso de esa sustancia química de todos sus productos que están en contacto con alimentos, tales como depósitos y cubiertos.