Cada aguacero del segundo semestre del año en la región Caribe se ha convertido en sinónimo de nuevos damnificados que pasan a engrosar una lista que se hace interminable.
Entre las pérdidas se reportan casas, enseres, cultivos, vías e incluso se ha perdido hasta la misma paciencia en la espera de las ayudas que permitan poder superar el denominado fenómeno de La Niña, que según los pronósticos se podría extender incluso hasta inicios del próximo año.
Todo el departamento de Córdoba, y Cartagena, en Bolívar, se han declarado en calamidad pública por las lluvias; en Sucre los municipios de La Mojana completan más de un año inundados; mientras que en Cesar y Santa Marta permanece la alerta roja ante las recientes inundaciones.