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De acuerdo con el Centro Nacional de Memoria Histórica, la masacre de El Salado, ocurrida entre el 16 y el 21 de febrero de 2000, tuvo un total de 60 víctimas fatales. Y aunque los actos violentos en el corregimiento carmero ocurrieron concretamente entre el 18 y el 19 de febrero, los paramilitares, con la anuencia de miembros de la fuerza pública, iban perpetrando matanzas por donde pasaban de camino a El Salado, como por ejemplo en otros poblados de El Carmen y de Córdoba y Ovejas, Sucre.

La masacre fue planeada por Salvatore Mancuso, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, y John Henao, alias H2, delegado de Carlos Castaño. Tres grupos de paramilitares que sumaban 450 hombres en total llegaron por tres rutas distintas al pueblo: el primer grupo entró por el municipio de San Pedro, Sucre, e iba comandado por John Jairo Esquivel, alias El Tigre; Rodrigo Mercado Peluffo, alias Cadena, y Jaime Delgado, alias El Gallo. El segundo llegó por Zambrano, Bolívar, al mando de Édgar Córdoba Trujillo, alias Cinco Siete. Y el tercer grupo entró por El Carmen de Bolívar, comandado por Luis Francisco Robles, alias Amaury.

Reparación de víctimas va en 40%

La Unidad de Víctimas le dijo a EL HERALDO que la reparación colectiva de El Salado fue iniciada por la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Cnrr, y que en virtud de la Ley de Víctimas de 2011 la Unidad asumió la reparación en septiembre de 2012.

'A la fecha, su Plan Integral de Reparación Colectiva tiene un avance del 40,5%. Dentro del plan hay contempladas un total de 37 acciones reparadoras, dentro de las cuales nueve son de garantías de no repetición, 20 de restitución, y ocho de satisfacción. Y de las implementadas cuatro son de garantías de no repetición, 10 de restitución y una de satisfacción', indicó la Unidad de Víctimas.

La inversión total en reparación colectiva desde el 2014 en el corregimiento es de $480 millones y de $27.300 millones en reparaciones administrativas a casi 5 mil víctimas, cifra cercana a la totalidad de la población.

Entre las medidas de reparación implementadas se encuentran proyectos productivos con titulación colectiva de los predios, legalización de predios del acueducto, programas de formación en administración comunitaria del acueducto, reparación de las redes eléctricas, programas de fortalecimiento a las organizaciones y proyectos económicos, culturales, en derechos humanos y agropecuarios; dotación de la Institución Educativa de El Salado, dotación de instrumentos musicales y vestuarios para actividades culturales, programas de educación para adultos, creación de veedurías ciudadanas y reconstrucción de relatos biográficos de las víctimas.

Procesos contra 6 militares

La Comisión Colombiana de Juristas, CCJ, que representa en Justicia y Paz a un gran número de víctimas de la masacre de El Salado, le dijo a EL HERALDO que en las pesquisas contra militares un oficial del Ejército ha sido condenado por los hechos mientras que cinco excomandantes más han sido llamados a indagatoria.

El 16 de diciembre de 2011 el Juzgado Único Penal del Circuito Especializado de Cartagena condenó al mayor de la Infantería de Marina Héctor Martín Pita Vásquez a 13 años de cárcel por homicidio agravado en calidad de cómplice, 'al hallarse que como parte de las autoridades de fuerza pública coordinó con los paramilitares para la ejecución de dicha masacre'. Dicha sentencia, agrega el colectivo, está en firme tras ser confirmada en segunda instancia.

Posteriormente, en el año 2015 la Fiscalía 30 de la Unidad de Derechos Humanos de Bogotá 'llamó a indagatoria a cinco altos oficiales, para la fecha de los hechos vinculados como comandantes de la Primera Brigada de Infantería de Marina y tres de sus batallones por su participación en la masacre; sin embargo, no se ha dictado medida de aseguramiento ni resolución de acusación contra ellos como coautores del crimen'.

El primero es el entonces comandante de la Brigada de Infantería de Marina 1, Rodrigo Quiñones Cárdenas, cuya jurisdicción territorial comprendía los departamentos de Sucre y Bolívar, con sede en Corozal, Sucre. 'Quiñones había recibido información de la incursión paramilitar antes de que ocurriera la masacre de El Salado', indican los representantes de víctimas.

Bautista Cárcamo Gale, excomandante del Batallón de Contraguerrilla de Infantería de Marina 33, con sede en Malagana, Bolívar, y jurisdicción sobre los municipios del departamento, 'fue vinculado al proceso por medio de indagatoria'.