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En barcos pesqueros que parten desde la zona industrial de Mamonal, con una tripulación de 25 personas, se inicia el recorrido para obtener parte del atún que se consume en el país, una industria que está en el ‘ojo del huracán’ por los hallazgos de mercurio que ha reportado el Invima como autoridad sanitaria.

A mediados de octubre, el Invima dijo que halló en el almacén Éxito de Sogamoso, Boyacá, latas de atunes con un nivel de mercurio 'superior al permitido en la normativa colombiana'. El martes pasado, la entidad informó del hallazgo de 12.320 latas de lomitos de atún al natural en aceite-Carulla, fabricadas por Gralco y distribuidas en Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali, Pereira. Ambos productos fueron retirados del mercado.

Pero, ¿de dónde viene el atún? La tripulación está conformada por un capitán, que conoce el itinerario con las rutas para la pesca; un navegador o piloto, y un cocinero, a los que se suman el personal de cubierta y manejo de máquinas.

En busca de los atunes hay que atravesar el Canal de Panamá para llegar al Pacífico. La zona, demarcada a los 40 grados de latitud norte, 40 grados de latitud sur y longitud de 150 al oeste, está regida por la Comisión Interamericana de Atún Tropical, de la cual hace parte Colombia.

El ingeniero mecánico Ramiro Martínez, representante de la flota atunera de la marca Van Camp's en Cartagena, explica que las embarcaciones alquiladas disponen de tres características especiales: temperaturas para la conservación del producto de hasta 18 grados centígrados bajo cero, sistema hidráulico dotado para largas travesías y aparejos de pesca especiales.

Los barcos utilizados tienen capacidades de 500, 1.000 y hasta 1.300 toneladas. El viaje de pesca dura entre 60 y 90 días.

Las embarcaciones están dotadas de un helicóptero, lanchas rápidas, una lancha con red, grúas y una torre de vigía. La red utilizada para pescar atunes tiene dos kilómetros de largo y hasta 2.000 metros de profundidad.

¿Cómo se pesca el atún?

Martínez explica que hay tres tipos de atunes que son los más consumidos: aleta amarilla, ojo grande y barrilete. Por su gran tamaño y mejor sabor, las grandes empresas se centran en el primero, también conocido como Yellowfin.

Una vez en aguas internacionales, para pescarlo el helicóptero hace sobrevuelos en busca de los cardúmenes. Cuando los detecta, la aeronave avisa de inmediato al capitán del barco.

Tras recibir la orden del capitán, las lanchas rápidas parten para apoyar la faena y evitar que el cardumen seleccionado se disperse.

Se estima que los atunes nadan a una velocidad de 75 kilómetros por hora y pueden recorrer distancias de hasta 100 kilómetros por día. Por eso, según el ingeniero Martínez, utilizan este tipo de lanchas.

Desde una de las lanchas liberan la red y, de esa forma, encierran el cardumen. Luego de la pesca, los atunes son almacenados en los cuartos de congelación hasta que el barco retorna a la planta de procesamiento en Cartagena.