Como parte del programa de conservación de esta especie que se encuentra en vía de extinción, la Corporación Autónoma Regional de La Guajira liberó ayer 32 tortugas tipo Careta, dos de ellas decomisadas en Manaure.
El acto se cumplió en el Santuario de Flora y Fauna Los Flamencos Rosados de Camarones en Riohacha.
Los animales que tenían un año de edad se encontraban en proceso de anidación después que sus huevos habían sido rescatados por la comunidad de este corregimiento, que según el director de Corpoguajira Luis Medina Toro, está comprometida con la protección de la tortuga de mar.
Elogió el hecho de que cacada vez son más personas las que se unen a este programa en el que han sido liberados hasta el momento 2.500 ejemplares en diferentes áreas de La Guajira.
Sostuvo que con este tamaño las tortugas ya pueden defenderse de los depredadores entre los que se encuentra el hombre, ya que de mil huevos que se ponen, solo una tortuga llega a la edad adulta y es lo que nos compromete para su liberació.
También trabajan con la Policía para evitar que en restaurantes y locales comerciales se ofrezca tortuga en el menú. 'Estamos afinando un control más riguroso con la autoridad para evitar que se consuma sobre todo en Riohacha y Maicao, donde se judicializarán a aquellos infractores que la sacrifican y comercializan su carne', indicó.
En La Guajira son varias las razones por las cuales la tortuga, a pesar de ser un animal en vía de extinción, es un plato bastante apetecido durante todo el año.
Una de las causas es el factor cultural arraigado, ya que durante décadas, la pesca y la comercialización de la carne de tortuga marina han constituido una actividad ancestral para quienes han acogido su venta como fuente alterna de sustento.
Otra de las razones es la problemática socioeconómica que enfrentan los habitantes de esta región que no tienen oportunidades laborales, un nivel de vida precario y bajo poder adquisitivo.
El presidente del Consejo de Estado, Danilo Rojas, quien estaba en La Guajira en misión oficial, acudió a la liberación de las tortugas e incluso apadrinó una. 'Es un acto muy conmovedor e importante tocar por última vez a un animal que ahora estará en su hábitat y saber que esa será su libertad y su nueva vida', manifestó.