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Gallo Solo, corregimiento de Santa Ana, Magdalena, y El Burro, cerca de Valledupar, son los nombres de dos pueblos cuyos habitantes se inspiraron en animales para bautizar a estos dos corregimientos.

De este ingenio para 'sacarle punta' a una anécdota nacieron además Rabo Largo, Los Borrachos, Los Venados, para solo enumerar a otros tres.

O lo que ocurre en Córdoba, donde bautizaron como Bogotá una vereda con 35 grados de temperatura bajo sombra. O el caso de Las Guamas, un corregimiento donde poco se ve ese árbol frutal.

Pero los barrios de algunas ciudades capitales tampoco se escapan a los remoquetes que se usan para nombrarlos y hacer alusión a alguna característica del sector en mención.

Tal es el caso de Tripa Larga o Paso Corriendo, en Sincelejo, y La Mosca y La Ñapa, en Riohacha.

En la capital de La Guajira también desde hace 27 años existe el barrio San Tropel. Este sector fue bautizado con ese nombre para recordar la telenovela ‘San Tropel Eterno’, protagonizaba por Carlos Muñoz y Delfina Guido, entre otras figuras de la televisión colombiana, considerada como una de las más importantes de la historia de la TV.

Dicen los fundadores del barrio, que esta zona se paralizaba cada noche cuando estaba al aire.

La Mosca y La Ñapa, los famosos en La Guajira

Riohacha. La cercanía a un matadero y a un basurero fueron las razones para ponerle como nombre La Mosca a un barrio de Maicao. Según Doris Ochoa, esos dos establecimientos generaban gran cantidad de moscas en todas las viviendas del sector, por lo que sus fundadores decidieron bautizarlo con ese nombre. 'Siempre nos molestan cuando decimos el nombre en la EPS o en cualquier otra entidad, aunque ya la gente está más enterada de que existe este barrio que se llama así', afirmó. Este no es el único barrio con nombre extraño en Riohacha. También está La Ñapa, un término usado popularmente en las tiendas y que equivale a una pequeña propina a quien haga un mandado o un favor.

En Fonseca, uno de los corregimientos tiene nombre de animal, porque hace unos 90 años en una finca de la familia García se criaban conejos y según Wilmero Jiménez, habitante de la población, todo mundo decía 'vamos para los conejos'. 'Se llamaba Veracruz, pero ya oficialmente se llama Conejo, aunque en una época hasta pusieron un letrero, donde se anunciaba una multa de cinco centavos para quienes lo llamaran así.

En el Cesar, venaeros y perranos

Valledupar. En un departamento con vocación agropecuaria como el Cesar, no resulta extraño que muchos de sus pueblos lleven el nombre de animales criados y utilizados para las labores propias del campo; así para el resto de la Nación suenen raros. En la zona rural al sur de Valledupar hay dos corregimientos que hacen alusión a las especies que más proliferan en esa jurisdicción: los corregimientos Los Venados, bautizado así por la cría de esta especie dentro de su economía primaria. Sus habitantes reciben el gentilicio de ‘venaeros’, y El Perro, animal utilizado para las labores de caza y cuidado de las fincas. A los lugareños de esta población los llaman ‘perranos’. En Pailitas está el corregimiento El Burro, alusivo al animal que otrora era utilizado para el desplazamiento de los lugareños y para transportar los productos agrícolas.

¿Es Chapacuá?

Cartagena. Nadie a ciencia cierta, en el barrio, sabe por qué o quién lo bautizó con el nombre de Chapacúa. Y tampoco cuándo, y tal vez, por la fuerza de la costumbre, el acento cambió, de la letra U a la última A. Y por eso ahora es para todos Chapacuá. Luis Gándara, sentado, disfrutando los alisios de marzo, dice con desparpajo: 'Le pusieron así por un ‘hp’ indio que vivía aquí cuando esto era puro monte, chivo y vacas'.

Pero su vecino Emiro Rodríguez tiene otra versión: 'No, mire, Chapacúa es el nombre de un pez de mar. No le busque más'.

Coinciden en que el barrio nació en los años 80 y que la gente hace bromas pesadas a sus residentes por el nombre extraño con el que fue bautizado. Emiro Nel Rodríguez,uno de los fundadores, dijo que los primeros días fueron duros porque el agua no llegaba. Quizás una de sus glorias es la reina popular, que se convirtió en la primera Señorita Cartagena, nacida en la ciudad extramuros: Jeimy Paola Vargas, hoy modelo y actriz.

En Sincelejo: Tripa Larga y Paso Corriendo

Sincelejo. En la capital de Sucre hay por lo menos dos barrios que tienen nombres pintorescos: Pasa Corriendo, conformado por unas 250 personas que en su mayoría son docentes y deportistas.

Según Miguel Díaz, el nombre del barrio tiene varias historias, una de ellas es que había una familia que tenía dos perros grandes negros a los que los vecinos temían. Por eso pasaban corriendo por miedo. En cambio, los abuelos de José Baldovino comentaron que el nombre nació porque había una casa donde una señora pasaba peleando y se desquitaba lanzando objetos a la calle y la gente pasaba corriendo.

El barrio Tripa Larga debe su nombre a que su calle principal es larga y estrecha. Aunque su nombre es Villa Country, muy pocos lo conocen así. Está conformado por unos 900 moradores, y abunda la venta de comidas rápidas. Karina Cervera, una de sus habitantes, manifestó que es un lugar muy tranquilo y acogedor, tal vez por la estreches de su calle. Esto fue ratificado por Arleidis Villamizar quien además manifestó que es un barrio de personas trabajadoras y luchadoras. Está ubicado entre los barrios Tacaloa y Villa Country.

Córdoba, entre Rabo Largo y Los Borrachos

Montería. En algunas subregiones encontramos algunos nombres como Rabo Largo, corregimiento de Cereté. José López, nativo de esa población de campesinos dedicados a la agricultura y ganadería a pequeña escala, explica que para 1920 la comarca, conocida como San José de los Campanos, era una sola calle de pocas casas a la orilla del caño Bugre. A los habitantes de la época se les dio por compararla con el rabo largo de un animal. De allí el nombre del corregimiento.

En zona rural de San Pelayo, el calor es insoportable en el corregimiento Bogotá, contrario a la naturaleza geográfica de la capital de la República. Lo curioso es que en muchos casos los nombres raros de algunos pueblos de Córdoba no guardan relación con lo que allí se encuentra o se vive. Tal es el caso – por citar ejemplos – de Las Guamas, en la misma ruta de Rabo Largo pero perteneciente a San Pelayo. No existe allí, por lo menos en abundancia, árboles del fruto también llamado guama. Lo mismo ocurre con Los Borrachos, donde no necesariamente la población permanece ebria.

Magdalena: Tumbacuatro

Santa Marta. Álvaro Ospino sacó de la duda a varios jóvenes del Centro Histórico de Santa Marta que preguntaban por el nacimiento de los sugestivos nombres de dos de sus principales y emblemáticas calles: Tumbacuatro y Burechito. Les explicó que la primera, o calle 19, fue llamada así por un juego de vecinos que consistía en que cuatro muchachos tomaban una cuerda, dos a cada extremo, y la extendían de lado a lado de la calle; salían corriendo y la tensaban para tumbar a los transeúntes. En una de esas las víctimas fue Andrés Bermúdez, quien demandó.

Burechito o calle 21, fue ‘bautizada’ así porque allí vivían los Solano, dueños de una finca productora de lácteos llamada Bureche.

En el caso del Gallo Solo, Simón Villamizar, explicó que esta vereda de Santa Ana deriva su nombre de que en una finca había un solo gallo para muchas gallinas. A sus habitantes unos les dicen 'gallosolenses' otros 'gallosoleros'.