Un hecho sin precedentes en la región Caribe se registró desde la tarde del martes 5 de noviembre en el municipio de Lorica, Córdoba, cuando los reclusos de la cárcel regional La Amarilla se salieron del penal a protestar en las afueras de esta para respaldar a los guardianes que reclaman sus salarios.
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De acuerdo a informaciones de la comunidad, los guardianes habían iniciado un cese de actividades en horas de la mañana porque les adeudan 9 meses de salarios que son pagados a través de los convenios que realizan los alcaldes de los municipios del Bajo Sinú, pero que a la fecha no se habían realizado.
A raíz de la salida de los reclusos, que son 47 y que todos regresaron a sus celdas en horas de la noche de manera pacífica, el alcalde de Lorica, Carlos Mario Manzur, reportó que fue controlada la situación.
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A su vez indicó que el convenio interadministrativo había sido firmado horas antes de la inconformidad que originó la protesta de los reclusos. En dicho convenio
los municipios que se comprometieron a aportar los recursos para el funcionamiento y mantenimiento del centro de reclusión transitoria fueron Canalete, Puerto Escondido, Moñitos, San Bernardo del Viento, San Antero, Chimá, Purísima, Cotorra y Lorica.
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El municipio de Momil no participó del convenio porque no envió el CDP para respaldar su inclusión.
Personal de la Policía e Infantería de Marina acantonada en Coveñas hizo presencia en Lorica para restablecer el orden.
