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Contrario a lo que muchos creyeron en los territorios, los firmantes de paz en los departamentos de Sucre, Bolívar y Córdoba trabajan en asocio con las Juntas de Acción Comunal (JAC) para jalonar el desarrollo de estas poblaciones y por ende incidir en una mejor calidad de vida de sus pobladores.

Todas estas acciones, en especial el acercamiento con las comunidades, es posible gracias a la dirección de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), que a través de la implementación de las Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria, permite la reconstrucción del tejido social plasmada en el pilar de reincorporación comunitaria.

Argemiro Marmolejo y un grupo de personas en reincorporación decidieron comenzar una nueva vida en una parcela de la vereda Bonito, en zona rural de El Carmen, en Bolívar. Al principio, hace unos 6 años, no les fue bien, pero con el tiempo la desconfianza, el temor y la estigmatización, han ido quedando en el pasado.

“La llegada de las Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria ha sido algo fundamental. Antes, cuando llegamos a la vereda Bonito, donde adquirimos una parcelita para desarrollar los proyectos productivos, al principio tuvimos dificultades con algunos que nos estigmatizaron. Incluso, como había varias personas ahí agrupadas, llegaron a decir que ahí había un nido de guerrilleros, que se estaban rearmando para hacer cosas ilícitas. Algunos compañeros dejaron de ir a la parcela a trabajar, a desarrollar los proyectos productivos”, sostiene Marmolejo.

Al igual que en la vereda Bonito, en zona rural de El Carmen de Bolívar; la ARN, a través de su Grupo Territorial Sucre-Bolívar-Córdoba, viene implementando desde 2023 las Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria en San Rafael y Damasco, en jurisdicción del municipio de Ovejas (Sucre); y la vereda La Chica, en Tierralta (Córdoba).

En esos cuatro territorios del Caribe, con una inversión conjunta del Gobierno Nacional, a través de la ARN, por el orden de los $400 millones, hoy son más de 411 personas, entre firmantes de paz y sus comunidades, las que han logrado restablecer sus lazos de confianza y reconstruir el tejido social que se vio vulnerado durante más de cinco décadas.

En San Rafael, zona rural de Ovejas, la comunidad y firmantes de paz acordaron iniciativas como un parque biosaludable y otro infantil, semilleros productivos y los espacios denominados Tertulias San Rafael y Escucha San Rafael: salud mental; mientras que en Damasco, también zona rural de Ovejas, firmantes de paz y su comunidad priorizaron las iniciativas de Jornada del Campesinado, Infórmate Damasco, Damasco protege Damasco, Líderes Damasco, Escucha Damasco, obras sociales y fortalecimiento de emprendimiento productivo.

María Vitola González, coordinadora de la ARN para Sucre, Bolívar y Córdoba, destacó las Agendas Territoriales de Reincorporación Comunitaria (ATRC) como “un ejercicio de planeación para la reconciliación que busca fortalecer el tejido social y generar condiciones de convivencia pacífica y democrática, a partir de la restauración o construcción del tejido social, que eviten la estigmatización de las personas firmantes de la paz”.