Por 91 contra 58 votos, la plenaria de la Cámara hundió el pasado miércoles, en segundo debate, una nueva reforma política que traía listas paritarias, listas cerradas y el Senado regional.
El ponente, José Daniel López, de Cambio Radical, le dijo a este diario que lo que ocurrió fue que 'la clase política tradicional se sintió amenazada y por eso armaron una mayoría para hundirla'.
Agregó que la iniciativa no les convenía a los políticos de siempre 'por la creación de listas paritarias, porque hoy tenemos una política patriarcal, donde el 80% son hombres, la elegibilidad en concejos llega al 11% y solo tenemos 12% de alcaldesas. Estamos en el siglo pasado, y si lográbamos sacar adelante la reforma la consecuencia era menos congresistas hombres'.
El otro punto que según López generó ampolla fue el de 'eliminar el voto preferente, porque ha llevado a que las campañas políticas parezcan subastas y que los partidos simplemente se dediquen a dar avales a candidatos que posiblemente tengan votos'.
En cambio, Erasmo Zuleta, del Partido de la U, explicó en este medio que 'una de las razones por las que se archivó el proyecto era que no iba a permitir que emergieran nuevos liderazgos en las regiones del país, que iba a quedar a merced de los líderes del partido el decir quiénes y cómo se iban a integrar las listas para poder participar.
Y añadió que el articulado 'tampoco iba a reducir los gastos de las campañas ni mucho menos el costo que tiene esto para el Estado. Hoy no se puede seguir haciendo politiquería con las instituciones. Hay que hacer ajustes, hay que reformarlos, pero estos deben ser proyectos que vayan acorde con las realidades, que garanticen menores costos, más transparencia y mayor participación ciudadana'.