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El presidente del Congreso, el bolivarense Lidio García, del Partido Liberal, dijo en entrevista a EL HERALDO que está seguro de que el Gobierno y los líderes del paro se van a sentar a hablar 'más temprano que tarde', al tiempo que criticó la mesa 'exclusiva' del Ejecutivo, consideró 'justos' los reclamos de los manifestantes y aseguró que le pidió al jefe de Estado que dialogue con los promotores de la protesta.

El papel del presidente del Congreso ha sido activo durante esta crisis social sin precedentes en la historia del país. Sus posiciones apuntan a que ha buscado llamar la atención del Gobierno y legitimar a los promotores de las manifestaciones. Es así como tres días después del paro nacional del pasado 21 de noviembre, García pidió al presidente Iván Duque incluir en la 'Conversación Nacional' a 'todas las fuerzas políticas', pues los colombianos en las calles lo que dicen es que 'se requiere un cambio'.

Al día siguiente, el jefe del Legislativo, previas consultas con el expresidente y líder del liberalismo, César Gaviria, fue más allá y les solicitó a los coordinadores ponentes de la Ley de Financiamiento o Ley de Crecimiento Económico detener el trámite del proyecto de origen gubernamental hasta tanto no fuese escuchado en el Capitolio el Comité Nacional del Paro.

El martes, la plenaria de la Cámara escuchó a los líderes marchantes y el miércoles estuvieron exponiendo sus razones ante la mesa directiva del Senado y los voceros de las bancadas. Esto, aún sin que el Gobierno convoque al Parlamento a la denominada 'Conversación Nacional', a la que ya han asistido los gremios, el sector educativo, las veedurías ciudadanas, los ambientalistas y las víctimas. Aquí, los promotores de la protesta resaltaron el hecho de que el Congreso les abriera la puerta por primera vez en los últimos años a los trabajadores y el presidente del Senado les dijo que habían logrado un 'momento histórico' en el país y que para ello se requería de 'una verdadera mesa de negociación'.

Lo anterior debe leerse, además, bajo el cristal de lo que han sido las relaciones Ejecutivo –Legislativo durante estos 15 meses de la era Duque, en las que la Casa de Nariño se niega a ofrecer ‘mermelada’ y representación política, incluso a sus aliados, y en las que el Capitolio poco aprueba los proyectos oficiales, cita mociones de censura a tutiplén y de hecho sacó de su cargo hace unas semanas al exministro de Defensa Guillermo Botero.