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Comenzó a escribirse un nuevo capítulo sobre las relaciones de la clase política con las organizaciones armadas ilegales, en especial con los llamados grupos paramilitares. No es un asunto menor, pues por primera vez varios parlamentarios y ex parlamentarios acudirán de forma voluntaria ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) a contar la verdad sobre sus estrechos y perversos vínculos con las organizaciones criminales.

A diferencia de lo que sucedió con la llamada 'parapolítica', que llevó a los congresistas a comparecer obligados ante la Corte Suprema de Justicia para que fueran juzgados, en esta oportunidad será la justicia transicional -surgida de los diálogos de La Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc- la que podrá definir la suerte de quienes -sin ser combatientes- se asociaron con los paras para sacar provecho económico o electoral.

El ex senador de Cambio Radical, David Char Navas, fue el primer ex congresista admitido por la JEP para que se acoja a los beneficios que ofrece dicha Jurisdicción y narre la verdad de sus relaciones con los grupos de autodefensas. El ex congresista compareció ante los magistrados el pasado viernes en Bogotá y en medio de una gran expectativa, pues se trata de un hecho inédito en la historia del país. Después de Char Navas espera turno ante dicho tribunal especial el ex senador liberal Álvaro Ashton, mientras que otro grupo de sus antiguos colegas están pensando seriamente seguir el camino de Char y Asthon.

En su declaración ante la JEP del pasado viernes, Char Navas fue contundente y no dejó duda alguna acerca de sus vínculos con los grupos paramilitares de la Región Caribe. Admitió -por ejemplo- que recibió apoyo del Bloque Norte de las Autodefensas para ser elegido senador en 2006 y que en esa oportunidad se reunió con los jefes paramilitares Carlos Mario García 'El Médico' y Édgar Ignacio Fierro 'Don Antonio', jefes del frente 'José Pablo Díaz' del Bloque Norte, que operaba en la Región Caribe.

Aunque el ex senador sostuvo que su relación no se extendió por mucho tiempo, si reconoció que la misma sirvió para 'expandir y consolidar el Bloque Norte'. Y fue mucho más allá: 'Aunque no dimensioné ni el alcance ni la perversión de sus métodos, admito que apoyé un grupo paramilitar que causó daños profundos a la Sociedad en todos sus niveles', confesó Char Navas.

En la declaración que leyó ante los magistrados de la JEP, suministró detalles de la forma como operaba la estructura paramilitar en algunos departamentos de la Región Caribe y de qué manera cumplía con sus propósitos criminales. Habló de la forma como se 'compran votos' mediante el suministro de materiales de construcción, como se compran los votos con dinero en efectivo en dos contados -la mitad del dinero antes de votar y la otra mitad después de hacerlo- y por último narró como se les pagaba a funcionarios de la Registraduría Nacional para que alteraran los resultados de algunas mesas de votación.

Por decisión de la JEP el senador Char Navas goza de libertad condicional desde el pasado 31 de julio. Al día siguiente madrugó ante la Comisión de la Verdad para asistir a la primera sesión en la que empezó a relatar todo lo que conoce sobre las relaciones de la clase política de la Región Caribe con los grupos paramilitares. Todo ello a cambio de los beneficios que ofrece la JEP a quienes se acogen a sus gabelas al confesar sus delitos.

¿Qué tan buen negocio resulta para los ex congresistas acogerse a la justicia transicional?