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A cinco semanas de la primera vuelta hay una cosa clara en las elecciones presidenciales 2018 en Colombia: habrá una segunda ronda. Todas las encuestas muestran cómodamente ubicado al candidato uribista Iván Duque en la siguiente cita electoral, seguido por el exalcalde Gustavo Petro. A una importante distancia, dependiendo del sondeo, están Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras. ¿Podrá el exvicepresidente desbancar a Petro en la jornada del próximo 27 de mayo?  

El jefe de Cambio Radical, máximo ganador neto de escaños en las pasadas elecciones parlamen-tarias del 11 de marzo, ha venido ocupando el cuarto lugar en las mediciones de intención de voto. Si bien los copartidarios del exvicepresidente tuvieron un excelente desempeño electoral en los comicios del Congreso –el partido de Vargas es la segunda fuerza del Senado–, las esperanzas de que esta votación se tradujera en un empujón en las encuestas no se ha materializado todavía. Y claramente esta situación empezó a generar desespero en los cuarteles vargaslleristas. 

No siempre fue así. Prácticamente durante todo el año pasado Germán Vargas era el candidato a derrotar. Los demás grupos políticos temían tanto su poder en la Vicepresidencia y su portafolio de proyectos de infraestructura que se aprobó una norma para que renunciara más de un año antes de las elecciones. Su candidatura marcaba todas las cajas necesarias para una exitosa campaña: alto reconocimiento popular, gestión ejecutiva previa a la campaña, estructura y maquinaria propia, entrada positiva a poderosos medios de comunicación, un programa construido con muchos expertos y un certificado de origen de lo más profundo del Establecimiento capitalino. 

Vargas marcaba tan bien en esas etapas tempranas de la contienda presidencial, que se dio el lujo de alejarse del gobierno Santos, del cual fue su compañero de fórmula, para atacar aspectos del proceso de paz, instruir a su bancada para debilitar las mayorías de la Unidad Nacional en esos temas y salir a seducir los votos de la derecha y centro derecha. Inteligentemente, el exvicepresi-dente se desmarcaba de una administración con bajos índices de popularidad y zarpaba hacia el lado derecho del espectro donde percibía a un uribismo débil con cinco ‘pitufos’ disputándose el dedazo del expresidente. 

¿Qué salió mal? Lo primero es que tanto Petro como Fajardo empezaron a tener eco dentro de la opinión pública en sus señalamientos contra las estructuras tradicionales de la política. Y al final del año pasado Vargas había tejido sistemáticamente una sólida red de maquinarias regionales, como quedó demostrado en las urnas en marzo pasado. Los ataques que unían a Vargas Lleras con los políticos tradicionales y la llamada ‘mermelada’ empezaron a minar un capital que el exvicepresidente se había esmerado también en cultivar: el de la opinión. 

Pero el mayor error de cálculo estuvo en ese giro a la derecha: el uribismo lo recibió con un candidato único y luego con una consulta interpartidista. Iván Duque, tal como lo hizo Petro en la izquierda, selló el 11 de marzo un muro sobre ese electorado y Vargas nunca pudo mordérselo. El reconocimiento del fracaso de esa estrategia lo expresó el mismo candidato en su presentación del debate de RCN: 'estoy en el centro'. Y ese regreso al centro ha sido asimismo apuntalado por las recientes adhesiones del partido de La U y de la mayoría de parlamentarios del Partido Conservador. En plata blanca: Germán Vargas es hoy el candidato de la mayoría de la Unidad Nacional, es decir, la carta del oficialismo en estas elecciones. 

Son precisamente esas adhesiones –sumado a otros elementos adicionales– las que llevan a empresas de datos como Cifras y Conceptos a pronosticar que Vargas Lleras ocupará ese segundo cupo y se enfrentará a Duque en la segunda vuelta del 17 de junio. A primera vista ser el candidato de un gobierno con bajos índices de popularidad, que ningún aspirante se atreve a abrazar de manera abierta, sería una apuesta suicida. No obstante, los votos de Cambio Radical, La U y una mayoría del conservatismo, aunque los castiguemos con alguna proporción, son una base electoral importante. 

Por eso Germán Vargas protagoniza ese reversazo y se mueve al centro mientras despliega una activa campaña en medios para mantener viva la llama de su posibilidad de desbancar a Petro. En el debate televisivo de RCN buscó marcar esas diferencias con el segundo lugar en las encuestas y también atacó a Fajardo. No es seguro que le alcance, aunque restan cinco semanas.

Trinos de papel

• #ElGranDebate de @NoticiasRCN : Vi ganadores a los punteros @IvanDuque y @petrogustavo , a @DeLaCalleHum y al noticiero. Perdieron el formato irregular, @German_Vargas y @sergio_fajardo que debieron atacar más para acercarse a 2da vuelta. Buena entrada de Viviane Morales.

• Años de negociación de #AcuerdodePaz blindaron a las Fuerzas Armadas de debates públicos sobre estrategia de seguridad. Asesinato de periodistas ecuatorianos y consolidación de disidencias Farc las han tomado desubicados y sin mensaje/pocos resultados.