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El lleno que registró este sábado en la Plaza Olaya Herrera de Sincelejo no se veía desde el pasado Domingo de Ramos, cuando los fieles participaron en la eucaristía que abre la Semana Santa.

Pero hoy no hubo servicio religioso. En cambio, el discurso de Gustavo Petro Urrego, candidato a la Presidencia de la autodenominada Colombia Humana, que, fustigando a los corruptos de Sucre, paralizó el Centro por más de dos horas.

El aspirante orense empezó por quienes él mismo, en algunos casos, denunció como congresista hasta verlos condenados por graves crímenes, como Álvaro ‘el Gordo’ García, Muriel Benitorevollo, Eric Morris, el primer sentenciado por ‘parapolítica’ en el país; Enilse López y otros, de quienes aseguró se reunían no para hablar de política a favor de la gente, sino para que el carnicero (alias ‘Cadena’), lista en mano, asesinara.

La multitud que lo acompañó secundó su discurso con potentes ovaciones, más aún cuando propuso cárcel para los corruptos, sin excepción. Pero las mayores bullas las provocó con su propuesta de reformar el sistema de salud para volverlo preventivo y acabar con la táctica del ibuprofeno, con la que en su concepto el sector maltrata y mata a los pacientes; de reformar el sistema educativo y evitar las costosas matrículas como en la Universidad de Sucre, que lleva a los jóvenes a no estudiar, a irse del departamento o a delinquir.

'Los políticos creen que, por derecho divino, sus hijos, nietos y hasta sus amantes pueden heredar los puestos. Esa clase política tradicional es la que le ha hecho recortes a la educación, dejando a la juventud sin oportunidades del saber'.