En el que sería el primer viaje formal al extranjero, el jefe guerrillero de las Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, anunció que estará en Oslo, Noruega, en un foro sobre temas de paz y solución de conflictos.
El jefe guerrillero, quien se encontraba hasta el sábado en la zona veredal de Caño Indio, en Norte de Santander, ha estado en Cuba con permiso del gobierno, en donde atendió la negociación del proceso de paz.
Según informó el guerrillero en un video, 'mañana (hoy domingo) me voy a un foro que se realiza en Oslo, lo realizan todos los años y se reúnen especialistas en el conflicto'. En el evento asisten personalidades que hayan participado en la resolución de este tipo de problemas en diferentes partes del mundo.
Sobre el viaje de Londoño, la Oficina del Alto Comisionado de Paz, informó en la cuenta de Twitter que 'por invitación de Noruega, Timochenko viaja a Oslo. Estará cuatro días con permiso del gobierno. Traslado y seguridad por cuenta del país garante'.
El anuncio del viaje despertó la crítica del representante del Centro Democrático, Santiago Valencia, quien escribió en su cuenta de Twitter: 'Timochenko impune va a dar cátedra sobre resolución de conflictos cuando Farc no han cumplido acuerdo de paz en Colombia. Absurdo'.
Precisamente, Noruega ha estado permanentemente cercano a la implementación de los acuerdos.
Tras terminar su participación en el evento, Londoño regresará a Colombia para continuar en el proceso de dejación de armas que realizan las Farc en el marco del acuerdo firmado con Santos.
Unos 7.000 miembros de las Farc se encuentran actualmente concentrados en 26 puntos del país para dejar sus armas, en cumplimiento del pacto de paz.
Estaba previsto que ese proceso, vigilado por Naciones Unidas, terminara a fines de mayo pero las partes decidieron prorrogarlo hasta el 20 de junio por problemas logísticos. Tanto el gobierno como la guerrilla habían dicho que el aplazamiento del desarme no afectaba su voluntad de paz.
Colombia vive un conflicto armado que durante más de medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.