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Los diálogos de paz que comenzaron hace cuatro años entre el Estado y las Farc, llegaron a su fin el miércoles. Finalmente se dio a conocer el tan esperado Acuerdo Final que, firmado por las partes negociadoras en La Habana, contiene en sus 297 páginas los elementos que podrían sentar las bases para una terminación definitiva del conflicto y el inicio de la construcción de una paz duradera.

Para muchos expertos, como Antonio Navarro Wolff, senador de la Alianza Verde, uno de los puntos más importantes de los acuerdos, o en sus palabras 'el corazón del acuerdo de paz', dado que hace 50 años fue una de las piedras angulares que dieron inicio al enfrentamiento armado, es el de la participación política.

En este sentido, el profesor investigador de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, Fernando Giraldo, asegura que algunos de los puntos principales que se pactaron en esta materia responden, primero, a la participación directa de las Farc, después de convertida en movimiento político, la cual involucra dos momentos: las vocerías y las curules.

Giraldo explica que una vez pase el plebiscito y empiece la aplicación de lo acordado, se dará un proceso de transición en el que se vincularán inmediatamente al Congreso de la República unos voceros designados por las Farc directamente, que no serán miembros plenos de dicho organismo, 'sino que participarán con voz, pero sin voto en las discusiones de los temas que tengan que ver con la únicamente con la implementación de los acuerdos, y no para tramitar ningún otro tema que ordinariamente tiene que abordar el Congreso'.

La segunda etapa de dicha participación directa vendrá a partir del próximo ciclo electoral que se llevará a cabo en 2018, y hasta las elecciones de 2022, es decir un total de dos períodos, en los que se le concederá al movimiento que surja de las Farc la oportunidad de participar electoralmente, y además tendrá la certeza de que, al menos por esos dos ciclos, el número de curules que tendrán no será inferior a diez: cinco en la Cámara y cinco en el Senado. 'Esto quiere decir que si participando en elecciones y no lograron las diez curules, estas no se completarán a dedo, sino que se escogerán entre los nombres de las listas de ese partido, que se presentaron a elecciones populares, y cuyo porcentaje de votación no fue suficiente en un principio para alcanzar la curul', expone el profesor.

Si logran más de cinco escaños, en cada una de las cámaras, no se les adicionará nada. 'La opción de completar las curules en caso de que no logren obtenerlas todas, es solo para garantizarles esta cantidad mínima durante esos dos periodos', agrega el experto.

En las elecciones

El también doctor en Ciencias Políticas explica que en cierta forma el movimiento político de las Farc no tendría un umbral especial, pero tampoco se sometería del todo al ordinario, ya que a pesar de que se les permitirá tener un mínimo de curules en el Senado y la Cámara, independientemente de la votación que obtengan, 'en las próximas dos elecciones, para saber si tienen o no curules, o si les hace falta alguna, se les aplicará el umbral electoral normal. Si logran más de las establecidas las tendrán, si no lo logran se les garantizará el total de escaños acordados, y en caso de que les hagan falta se les completarán', comenta.

Así pues, Giraldo expone que, según dice el Acuerdo, 10 curules que se entregarán harán parte de la actual composición que tiene el Congreso –102 senadores y 166 integrantes de la Cámara–, siempre y cuando la organización política de las Farc logre electoralmente, por encima de otros partidos, hacerse con los escaños establecidos o con más de ellos. 'Solo en caso de que las Farc no logren conseguir las curules, soportadas en resultados electorales, se ampliaría el Congreso, con diez escaños más o con los que les hagan falta, para garantizar lo acordado durante el periodo de gracia ya establecido', afirma.

Por otro lado, la elección de las curules destinadas a la Cámara se hará de la misma manera que las ordinarias que se llevan a cabo por departamentos. 'Es decir que ellos van a competir en todo el país, en cada Departamento y Bogotá. Lo difícil de esto será que si no consiguen los cinco escaños, se tendrá que definir de cuál lista departamental se escogerá a los cinco representantes que hicieron parte de los aspirantes a dichas elecciones. Este es un tema que se tiene que reglamentar', destaca el profesor.

Cabe resaltar que una vez terminada la legislatura 2022-2026, el movimiento proveniente del grupo guerrillero entrará en una realidad ordinaria igual a la del resto de partidos.

Otros elementos

En cuanto a la oposición, Giraldo manifiesta que se debe establecer un régimen de oposición que respalde lo que ya se estableció en la Constitución de 1991, y lo que el Acto Legislativo 01 de 2003 reiteró: el establecimiento de una oposición con garantías no solo para las Farc, sino para todos los ciudadanos.

Asimismo se acordó que los partidos políticos minoritarios de oposición y emergentes puedan participar en las mesas directivas de las corporaciones públicas, como los concejos, las asambleas, el Senado y la Cámara de Representantes.

De la mano de esto, añade el experto de la Uninorte, hay una serie de elementos que fortalecen y dan amplitud a estos puntos, como lo son el derecho a la información y el hecho de que se le concederá al partido de las Farc la personería jurídica, cuya permanencia no dependerá del número de votos que obtenga 'O sea que no se le aplicará el umbral para personería jurídica que tiene el sistema electoral colombiano. Sin embargo, sí gozará de todos los derechos que tienen los partidos políticos, por ejemplo acceder a los medios de comunicación, tendrá financiación para sus campañas y para su funcionamiento como tal'.

Además, el partido político que surja de las Farc tendrá un magistrado en el Consejo Nacional Electoral (CNE), durante esos dos períodos, con el fin de que se les dé garantías de equidad en este organismo, que es el que orienta y regula todo lo relacionado con los partidos.

Carlos Ortega/EFE

Conformación del partido

Según Giraldo, la creación del movimiento político de las Farc depende de su voluntad, pero se debe tener en cuenta que no podrán hacer actividad política pública hasta que no dejen las armas. 'Lo cual quiere decir que posiblemente ellos comienzan una etapa de conformación ahora, pero solo a medida que avance el proceso de dejación de armas podrán hacer política'.

Por lo tanto, si el 2 de octubre la mayoría de los colombianos vota ‘Sí’ en el plebiscito, comenzaría el desplazamiento de la guerrilla a las zonas veredales donde se hará la entrega de las armas a una delegación de las Naciones Unidas, durante 180 días o 6 meses. Una vez culmine ese proceso, las Farc podrán empezar a hacer política oficialmente.

Con respecto a los requerimientos que debe cumplir el movimiento que nazca de este grupo armado, el profesor afirma que el Acuerdo Final establece que deberá ceñirse a todo lo que dice la Constitución y la Ley, 'y esta señala en el artículo 107 que todos los ciudadanos tienen el derecho a pertenecer y afiliarse a un partido político, el cual se forma de la voluntad libre de los ciudadanos que de manera particular decidan conformarlo'.

Por último, en cuanto a la personería jurídica, el Acuerdo prevé concedérselas, como resultado del mismo. 'En este sentido, el partido político que surja envía una carta formal solicitándola, en la que se incluya estatutos, código de ética, plataforma política, dirección del partido, sede del movimiento y el representante legal, y luego de esto el presidente aprueba al Consejo Nacional Electoral para que se las entregue', concluye Giraldo.

Para entender sobre circunscripciones

Cabe resaltar que las diez curules que serán entregadas al movimiento que surja de las Farc, son diferentes a las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, que están destinadas a dar representación adicional en la Cámara de Representantes a las zonas más afectadas por el conflicto armado, en las cuales únicamente participarían organizaciones o movimientos sociales de víctimas pertenecientes a las regiones golpeadas por la guerra, por el abandono estatal y por las condiciones de pobreza extrema, razones por las que miles de ellas se tuvieron que desplazar de sus lugares de asentamiento.

Ni las Farc ni los partidos políticos que ya están establecidos y cuentan con personería jurídica podrán hacer parte de estas circunscripciones.