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La salida del Partido Liberal de la Unidad Nacional y el subsecuente desmoronamiento de la coalición de Gobierno tiene en pugna a los partidos que una vez la integraron: liberales, La U, Cambio Radical.

El primer enfrentamiento frontal entre los otrora aliados está concentrado en los acuerdos suscritos sobre las mesas directivas en Senado y la Cámara de Representantes que deberán ser renovadas a partir de l inicio de la segunda legislatura que empezará el próximo 20 de julio.

Desde el primer gobierno de Juan Manuel Santos, los partidos de la coalición del presidente se han repartido las presidencias de cada cámara del Congreso, respetando los tiempos y turnos de cada uno. Ahora, a los liberales le correspondería de Cámara y a La U de Senado.

Sin embargo, después del anuncio liberal de retirarse definitivamente de la Unidad, tanto Cambio Radical, en la vocería del senador Carlos Fernando Galán, y La U, bajo la batuta de Armando Benedetti, manifestaron que no respetarían dichos pactos y que una vez los rojos se salieran de la coalición, esta podría darse por terminada.

Los liberales, por medio de Horacio Serpa, señalaron ayer que ellos sí respetarían estos compromisos y que seguirían manteniendo buenas relaciones con el Gobierno y los partidos aliados a este, aunque desde una postura independiente y sin intermediarios.

El matiz de la declaración liberal de ayer contrasta con el tono enérgico que han mantenido desde el anuncio del nuevo gabinete. ¿La reculada de los rojos logrará bajar las tensiones entre Palacio y el Congreso?