La U, Cambio Radical y el Partido Liberal se unieron en 2014 para llevar a Juan Manuel Santos de nuevo a la Presidencia. Hoy, la salida de los liberales de la Unidad Nacional dinamita la coalición de Gobierno y amenaza el respaldo parlamentario al presidente Juan Manuel Santos en tiempos en los que su popularidad está en crisis.
Aunque los liberales siguen manteniendo una fuerte representatividad en el gabinete con cinco ministerios y la dirección del Departamento Nacional de Planeación, a la cabeza de su expresidente Simón Gaviria, su nueva condición de 'independencia' frente a la agenda del Gobierno le resta a Santos un apoyo irrestricto de 18 senadores y 39 representantes para temas tan importantes como la venidera reforma tributaria que el será presentada al Congreso en próxima legislatura.
Además, las duras críticas que el jefe del liberalismo, Horacio Serpa, ha hecho contra el Gobierno y el vicepresidente Germán Vargas Lleras generó agudizó las tensas relaciones que mantienen los partidos de la coalición hace largo tiempo.
'Pareciera que el Partido Liberal hubiese 8.000 razones para pedir 8.000 puestos', dijo el presidente de Cambio Radical, Rodrigo Lara, ante las críticas de Serpa, un dardo envenenado que recuerda el polémico proceso 8.000 en el Gobierno de Ernesto Samper.
Lara afirmó que, a pesar de los señalamientos liberales, el vicepresidente Vergas Lleras no renunciaría a su cargo y que lo que estaba haciendo el partido rojo era una 'pataleta burocrática'.
Es precisamente Cambio Radical el 'único partido que está completo en la Unidad Nacional', así lo reconoce el senador de La U Armando Benedetti, quien afirma que su partido, así como los conservadores, tienen una división interna sobre apoyar o no las iniciativas del Gobierno. Esto, para el senador, ocasionará grandes dificultades a Santos para impulsar reformas en el Congreso.
La paz parece ser el punto de encuentro por fuera de la coalición, y el escenario en torno al cual se pudiera construir una nueva 'Unidad por la Paz', que sería 'multicolor y multipartidista', como lo plantea el copresidente de La U, Roy Barreras. Para el senador el papel de La U como partido de Gobierno es respaldar a su presidente y afirma que en la paz liberales y La U se seguirán encontrando. 'Hay un evidente claro y franco distanciamiento con la prematura candidatura del señor vicepresidente'.
Por su parte, el expresidente del Congreso, José David Name, acusó de 'doble moral' a los liberales, y les pidió que sus ministro se retiren del gabinete. 'Si se van entreguen todo al señor presidente para que él disponga de esos cargos'.
Name coincide en afirmar que 'ya no se puede hablar de Unidad Nacional' y que solo en los temas de paz se pueden volver a tender puentes entre el presidente y los partidos.