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Hoy se reunirá en Cuba el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, con los negociadores del Gobierno y de las Farc en el proceso de paz de La Habana, pero no habrá suscripción del acuerdo final con la guerrilla este miércoles 23 de marzo.

Si bien la visita del jefe de la diplomacia estadounidense se ve como un episodio que sella la no vuelta atrás de las conversaciones, la falta de la firma de la paz que se había pactado con bombos y platillos para el próximo miércoles, llena de ansiedad los diálogos, a pesar de los recientes pronunciamientos paliativos del presidente Juan Manuel Santos y del jefe máximo de las Farc, alias Timochenko, de ceder la premura de la fecha en aras de obtener el mejor acuerdo posible.

Al margen de que el pasado 23 de septiembre tanto el jefe de Estado como el comandante de la subversión, luego de tres años de diálogos, hubiesen previsto una fecha para poner fin al conflicto colombiano, los últimos episodios al interior y por fuera de la mesa que han devenido en crisis y pérdida de confianza, como lo ocurrido en Conejo y los desacuerdos en temas sensibles del fin del conflicto, hicieron su parte para que en dos días no se estampen las rúbricas que pondrían colofón a 60 años de guerra colombiana.

De hecho, tuvo que ir hasta la isla la semana pasada Enrique Santos, hermano del mandatario y uno de los artífices del prólogo de las conversaciones, para tratar con la insurgencia asuntos en que se generaron profundas diferencias. Entre ellos, las miradas disímiles frente a las zonas de ubicación, el tránsito de las Farc de las armas a la política y el blindaje jurídico a los acuerdos suscritos.

Y aunque esta semana no volarán las palomas de la paz por el cielo de La Habana, se prevé que, con la presencia de Kerry hoy, o el 23 de marzo prometido, pueda haber algún tipo de anuncio tranquilizador alrededor del cese bilateral al fuego u otro tipo de acuerdo, pasando por supuesto por una nueva fecha para el acuerdo final.

La 'revisión' de Kerry. Kerry, quien según dijeron fuentes de la Casa Blanca 'revisaría' los avances en el proceso de negociaciones, llegó ayer junto con la comitiva que llevó el presidente Barack Obama en su histórica visita a Cuba en medio del acercamiento que se inició hace más de un año entre los países otrora enemigos.

Al respecto, la semana pasada, Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional de Washington, indicó: 'Kerry se ha unido al viaje en parte porque tendrá una oportunidad de revisar los avances que se han hecho en el proceso de paz colombiano, dado el importante papel que han tenido nuestro enviado especial Bernie Aronson y él'.

Según información de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Kerry se reunirá por separado con las delegaciones del Gobierno y de las Farc. La primera reunión será con el equipo encabezado por Humberto De La Calle y Sergio Jaramillo que se llevará a cabo a las 3 de la tarde en le salón de protocolo El Laguito, sede de los diálogos. Luego, a las 4 p.m. se reunirá con la delegación de las Farc. Ambas reuniones durarán una hora y serán a puerta cerrada sin acceso a medios.

En cuanto a los temas a tratar, se prevé que las Farc, como en anteriores oportunidades, reclamen a Washington como un gesto de respaldo a la paz la liberación de alias Simón Trinidad, extraditado en 2004 y condenado a 60 años de cárcel por el secuestro de tres norteamericanos.

En el encuentro también estarán presentes la canciller María Ángela Holguín y su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, así como Aronson. Pero no se ha confirmado aún la presencia de los presidentes de Colombia y Cuba, Juan Manuel Santos y Raúl Castro.

Al día siguiente, es decir, el martes, los negociadores tanto del Ejecutivo como de la insurgencia, al igual que Obama y Kerry, asistirán al partido de béisbol que se ha preparado de manera simbólica entre Cuba y los Rays de Tampa.

Los Estados Unidos, durante el Gobierno de Obama, han manifestado en varias oportunidades su apoyo a la mesa de paz y, desde febrero del año pasado, incluso, se nombró a Aronson como delegado de ese país para las conversaciones de La Habana. Y, así mismo, el mes pasado, los presidentes Obama y Santos anunciaron desde Washington el nuevo Plan Paz Colombia, que redirige la colaboración de 450 millones de dólares por parte del país del norte desde la cuestionada lucha antinarcóticos hacia el eventual posconflicto.

No obstante, esa reunión del secretario de Estado de los Estados Unidos con los negociadores de ambos bandos de alguna manera supone una rúbrica de lo irreversible del proceso de paz. Aunque no se descarta que se produzcan, hoy o el miércoles, anuncios en materia de otro tipo de acuerdos e, incluso, un cronograma o unas fechas para el cese al fuego bilateral o el anhelado acuerdo final.

El no 23 de marzo. La visita de Kerry a la mesa casi que sustituiría, por el momento, el gran anuncio de la firma final del acuerdo de paz que se pactó el pasado 23 de septiembre entre Santos y el jefe máximo de las Farc, alias Timochenko, para el próximo miércoles 23 de marzo, pero que no se pudo cumplir porque a las partes les faltan asuntos por concretar. Entre ellos el paso de las Farc de las armas a un organización política y el blindaje jurídico a lo que ya se ha firmado en Cuba.

Igualmente, el desacuerdo frente a las zonas de ubicación en las que se llevaría a cabo el proceso de desarme y desmovilización de la guerrilla, derivó en una crisis que paralizó los diálogos. Dicha crisis fue expuesta por el mismo ‘Timochenko’ en un mensaje enviado a sus tropas que advertía de una posible 'jugada sucia del Gobierno' y calificaba a las zonas de concentración como 'cárceles a cielo abierto'.

Puntos de discordia. En lo que tiene que ver con las zonas de ubicación, las Farc exigen que las órdenes de captura de los rebeldes se levanten en todo el país una vez los desmovilizados sean concentrados en estas áreas. Pero para el Gobierno es imperativo de dichas órdenes judiciales solo dejen de tener efecto en esas zonas de ubicación.

Así mismo, la guerrilla pide que los subversivos que solo hayan incurrido en delitos políticos sean amnistiados una vez se dé la firma de la paz mientras que el Ejecutivo cree que debe surtirse antes el proceso de la dejación de las armas, que estarán vigiladas por la ONU y serán posteriormente destruidas.

Los jefes de las Farc con delitos graves, según el Gobierno, solo podrán acceder a la Jurisdicción Especial para la Paz, una vez dejen las armas. Y que, en casos especiales de eventos sobre el conflicto, los comandantes puedan salir de las zonas de concentración para hablar en el Congreso o en un espacio académico, pero no a hacer política.

Finalmente, el Ejecutivo no ve como una posibilidad el hecho de que estas zonas estén situadas en medio de la población civil y advierte que, si lo estuvieran, deberá vigilarlas una policía comunitaria.

Con respecto al aseguramiento jurídico de lo que ya se ha pactado en materia de lo rural, el narcotráfico, la participación política y la justicia transicional, el Gobierno apuesta por la Comisión Legislativa Especial –que hace tránsito en el Congreso hacia el inicio de su segunda vuelta–, para transformar en leyes los acuerdos de La Habana.

Sin embargo, los rebeldes creen necesaria una Constituyente o que a lo pactado se le dé una categoría de acuerdo especial, contemplada en el Derecho Internacional Humanitario, y que ya se ha implementado en el país, por ejemplo, para el intercambio de secuestrados por insurgentes enfermos.

Esta condición elevaría el acuerdo de paz a un rango constitucional y lo incluiría automáticamente dentro del ordenamiento jurídico del país.

Cinco grandes crisis que han atravesado las negociaciones de La Habana

Secuestro de policías

El 25 de enero de 2013 las Farc capturaron a los policías Víctor González y Cristian Yate en zona rural de Pradera y Florida (Valle), este hecho tuvo en jaque las negociaciones hasta la liberación de los uniformados el 15 de febrero de ese mismo año.

Las Farc se levantan de la mesa

El 23 de agosto de 2013 las Farc se levantaron por primera vez de la mesa como respuesta a la propuesta del Gobierno de refrendar los acuerdos por medio de un referendo que se votaría en las elecciones de 2014. Tres días duró esta pausa.

Secuestro del general Alzate

Se dio el 17 de noviembre de 2014, y a raíz de esto el Gobierno suspendió las conversaciones de paz que posterior a la liberación del general se retomaron el 3 de diciembre de ese año para no volver a detenerse.

Muerte de 11 soldados en Cauca

Ocurrió el 15 de abril de 2015, en Buenos Aires (Cauca). Esto produjo un escalamiento en los enfrentamientos de Gobierno y Farc que duró a hasta el 9 de julio pasado, con el inicio de una nueva tregua unilateral.

‘Impasse’ de Conejo

El jueves 18 de febrero varios jefes de las Farc hicieron presencia en el corregimiento de Conejo (La Guajira) acompañados de unos 500 hombres armados. Este acto fue calificado por el Gobierno como un 'inaceptable proselitismo armado'.