Sobre el mediodía de ayer concluyó con éxito la primera cirugía de reconstrucción de labio leporino y paladar hendido realizada en la Costa, en la que se implantaron células madre embrionarias.
El cirujano maxilofacial Jorge Leyva Beltrán, que realizó el procedimiento en la Clínica La Asunción, explicó que lo novedoso de la intervención quirúrgica es el empleo de células madre tomadas del cordón umbilical del paciente al momento de nacer.
De estas células se espera que mejoren el proceso de cicatrización de la cirugía inicial, a través de la regeneración de tejidos; pero tendrán un mayor impacto en la reconstrucción de la estructura ósea, que se haría en una segunda cirugía, prevista a realizarse en dos años.
EL CASO. Cuando Andrea Morales se enteró a través de una ecografía que su segundo hijo vendría con labio leporino y paladar hendido, todo un mar de confusiones pasó por su mente. Sin embargo en esos momentos de desilusión contó con el apoyo de su esposo, Octavio Ibáñez, y de su ginecóloga de cabecera.
Era esa especialista la que le había recomendado con anterioridad los servicios de crío -conservación de células madre, una especie de seguro de vida para el tratamiento posterior de un gran número de patologías.
El diagnóstico de la ecografía motivó a la joven pareja para decidirse a autorizar la toma de la muestra al momento de nacer y la conservación de la misma en un banco de células con sede en Bogotá.
Hoy, cuando esas células están ayudando a la reconstrucción de los tejidos de su pequeño hijo, Mathew Andrés, los esposos Ibáñez Morales no caben de la felicidad y están a la expectativa de los resultados de las cirugías a las que será sometido el niño, que de acuerdo a lo previsto serían otras dos, un menor número que con métodos tradicionales.
Carmen Acevedo, ejecutiva del centro de medicina regenerativa Stem, especializado en la recolección, conservación y utilización de células madre, explicó que los dos casos atendidos antes en la capital del país fueron muy exitosos en cuanto a los resultados funcionales y estéticos.
Por Marly Obredor Salazar





