Dice Wikipedia que José Antonio Osorio Lizarazo (Bogotá 1900-1964) fue un periodista que tuvo una vida muy vinculada a grandes estadistas como Gaitán, Perón y hasta al dictador dominicano Trujillo. Lo que dirá en el futuro es que este autor inspiró también el guión de la inauguración de los Juegos de Barranquilla.
Este hombre, autor de otros libros, seguro que vivió unos años hermosos en Barranquilla porque imaginó a esta ciudad como una ciudad futurista, en la que la alegría sería su principal atracción, su estilo, su marca de vida, y pensando en ello encontró un maravilloso título: 'Barranquilla, 2132'. Es el mismo título que el equipo que lidera Ariza ha elegido para la espectacular inauguración de los segundos Juegos que Barranquilla celebre después de los de 1946.
El protagonista de la novela de ficción vive en un mundo donde predomina el aburrimiento, el tedio. El hombre decide congelarse y al cabo de 200 años una explosión logra descongelarlo y acaba buscando la Ciudad de la Alegría que no es otra que Barranquilla.
Ariza, y el guionista Miguel Mendoza, escenifican un guión sobre el estadio Metropolitano en el que el público observará un equilibrio perfecto entre tecnología y naturaleza, en el que Baqui, el símbolo de Barranquilla 2018 vive en su hábitat natural y baila al son de la canción de los Juegos 'Viniste a ganar'.
Ariza es consciente que desde los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, La Fura dels Baus, grupo teatral catalán, irrumpió en la inauguración con la osadía de crear un mar dentro del Estadio Olímpico de Montjuïc, e imaginó toda una utopía que cambió el modo de celebrar este tipo de eventos. Todo fue muy mediático, y desde entonces todas las ceremonias intentan reflejar una mezcla de los valores sociales, culturales y deportivos de la ciudad organizadora.
La ceremonia acaba siendo el pilar de lanzamiento de esas ciudades al mundo. O como lo define mejor Víctor Ariza: 'Realmente esta ceremonia es la ventana al mundo de las ciudades, donde muestra su poderío tecnológico, cultural y su capacidad de hacer las cosas'.