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Para proteger o 'blindar' a los cultivadores del riesgo que corren en sus cosechas frente al cambio climático, los gobiernos municipales, seccionales y por supuesto el central, 'tienen que apoyar a la agricultura climática inteligente', como estrategia que permite un desarrollo agrícola acorde con el tiempo, especialmente frente al cambio climático.

La recomendación surgió de Sony Reza García, médica veterinaria, doctora en producción animal e investigadora de Corpoica, en el marco de su conferencia 'La Agricultura Climáticamente Inteligente, un Enfoque para Adaptarse al Cambio Climático', que ofreció ayer en la agenda académica de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) en la 56 Feria de la Ganadería de Montería.

'Lo que proponemos es un enfoque de cómo hacer un desarrollo agrícola teniendo en cuenta la situación que tenemos de cambio climático, es decir que no vaya a producir más gases de efecto invernadero y el uso indiscriminado de los recursos naturales, llámese tierra o agua', explicó Reza García.

Insistió la experta en la necesidad del apoyo gubernamental frente a esta estrategia, 'porque aunque muchas son de bajos costos, nuestros pequeños productores no tienen muchas veces la capacidad adquisitiva'.

'Este modelo permite que se tengan en cuenta las variables climáticas para tomar la decisión de qué se va a sembrar, cuándo y cómo, así como las técnicas que se deban utilizar para que el cultivo se desarrolle de forma sostenible y tenga rentabilidad', sostuvo la investigadora.

El compromiso de los gobiernos debe ir direccionado además a promover programas fuertes de extensión, capacitación y formación, para que el conocimiento sobre este tema salga de Corpocica y de las instituciones que lo poseen y pueda llegar a las veredas y corregimientos donde se sigue cultivando 'como una ruleta rusa', sin saber si va a llover o no, o si hará tiempo seco.

Reza insistió que es necesario además que los entes territoriales consoliden por individual la Unidad Municipal de Asistencia Técnica y Agrícola (Umata), para que se defina un acompañamiento permanente al pequeño productor que por sus limitaciones económicas no puede contratar a un asistente técnico.

La investigadora advierte que pese a la crisis algodonera que se traduce en la desaparición casi total del cultivo y a la reducción de las áreas de maíz tanto blanco como amarillo, no es tarde para empezar a implementar en Córdoba la agricultura climáticamente inteligente.

'Nunca es tarde, simplemente es una voz de alerta que nos está dando todo este cambio climático, todo este efecto de la temperatura que estamos viviendo. Ya sabemos que no es ningún cuento chino, y por eso tenemos que buscar medidas para disminuir ese impacto adaptándonos a las condiciones con unas tecnologías apropiadas para cada sitio, porque no podemos masificar el uso de tecnología', indicó.

De acuerdo con Sony García la agricultura climáticamente inteligente puede aprovecharse en reemplazo de cultivos tradicionales, en cosechas de ciclos cortos como berenjena, habichuela y otras hortalizas; y en cultivos de ciclos más extensos como cacao, mango, y otros frutales.

La puesta en marcha de la agricultura climáticamente inteligente obliga a tener en cuenta aspectos de la gestión de riesgo como la susceptibilidad de los territorios, los eventos climatológicos y las advertencias que hacen las autoridades.