Montería. A 'fuerza de biela' llega cada mañana Emilio Otero Dajud a su despacho de la Contraloría Departamental de Córdoba, en la calle 25 con carrera 8, en Montería.
A las 5:00 a. m., lo único que sube al carro guía que lo escolta es el portafolio y la 'pinta' que lucirá más tarde en su rol de contralor.
El recorrido desde su natal Sahagún hasta la capital cordobesa es en una bicicleta de ruta, en fibra de carbón, avaluada en 22 millones de pesos, en la que recorre los 64.5 kilómetros que hay entre esa localidad de la sabana hasta el barrio el Recreo, Montería, donde llega para tomarse el primer tinto del día y vestirse apropiado para su despacho, en el apartamento de un sobrino.
En esa marcha debe atravesar el corregimiento La Yé, y los municipios de Ciénaga de Oro y Cereté, a una velocidad media de 33 y 34 kilómetros por hora. El tiempo estimado es de 1 hora 56 minutos, lo que le permite estar en su oficina entre 8 y 8:30 a.m.
La idea es reducir aún más ese récord que hace unos meses era de 2 horas 7 minutos, resultados que publica diariamente en sus redes sociales.
Otero sale de Sahagún a las 5:00 a.m., para estar en la oficina entre 8:00 y 8:30.
Hoy, Día Internacional de la Bicicleta, Otero destaca que este vehículo de 'propulsión humana' lo ayuda a mantenerse activo todo el día, con la mente más lúcida, 'porque el deporte es lo mejor para el cuerpo humano'.
'Cuando uno se vuelve sedentario empiezan a dolerle los huesos, los músculos, le da más pereza. Cuando no monto bicicleta me siento inactivo', señala el contralor que acaba de cumplir 57 años en marzo pasado, padre de dos hijas: María Alejandra, médica, de 29 años; y Vanesa, de 19 años, quien estudia inglés en Boston, desde hace año y medio.
El contralor que viaja en bicicleta hasta su trabajo es abogado, especialista en Derecho Constitucional y Parlamentario y en Derecho Administrativo. Vivió 34 años en Bogotá, de los cuales 32 estuvo vinculado al Congreso de la República donde fue hasta el 2012 secretario privado del Senado.
Regresar a Córdoba le ha permitido valorar aún más su pasión por el deporte, especialmente por ciclismo como aficionado, al punto que, cuando llegó en el 2013 a Sahagún tenía 96 kilos de peso y hoy hace alarde a sus 81 kilos, gracias a la Bicicleta.
En Bogotá recuerda haber estado en certámenes con personajes de talla internacional como Óscar Sevilla (ciclista español destacado en torneo de Colombia) y Henry 'Cebollita' Cárdenas (destacado ciclista colombiano).
Dice que ha tenido muchas bicicletas, aunque no precisa la cuenta exacta. Trata de cambiarlas de modelo cada dos o tres años.
Después de los 64.5 kilómetros dice que llega con más ganas de cumplir con todo lo que la ley le ordena: vigilar la gestión fiscal de las administraciones públicas y de privados que manejan recursos del Estado, hacer controles de advertencia y avanzar en las auditorías que a bien crea necesarias.
El contralor de Córdoba dice que la bicicleta le despeja la mente y lo mantiene más activo.
'LA BICICLETA TE COBRA'
No recuerda jamás un desvanecimiento o ningún otro episodio en el que se haya debilitado su salud, debido a que la jornada debe acompañarla de buenos hidratantes.
'La bicicleta tiene una particularidad, que cuando tú la dejas de montar te cobra, es decir, la sientes más pesada, igual ocurre cuando uno se toma los tragos, también te cobra, pero cuando estás en buena condición física, ella te ayuda', explica como buen conocedor del medio que se le atribuye al alemán Karl Drais, en 1817.
Un monitor instalado en la bicicleta y conectado a su celular, le permite conocer el seguimiento puntual de candencia, pedaleo, velocidad, frecuencia cardiaca, temperatura y velocidad.
Por lo regular cada madrugada Otero es acompañado por un grupo de pedalistas profesionales pero hasta Ciénaga de Oro. Sin embargo, allí se 'pega' a otro pelotón de monterianos, sin bajar el ritmo con el que transcurre su día entre papeles, entrevistas, inspecciones y otros afanes del oficio.
'Lo que más disfruto en esos 64.5 kilómetros para llegar al trabajo es siempre estar en el pelotón, nunca quedarme, porque me da rabia y me desestimulo', relata al comienzo de su jornada.
El contralor de la bicicleta asistirá por tercera vez a la Ruta Colombia, Gran Fondo Parada Antioquia, el próximo 22 de mayo, donde la exigencia es de 180 kilómetros.