La historia sigue repitiéndose. En los años 2.000, en los barrios de Santa Marta, el Bloque Norte de las Autodefensas de Colombia (AUC), que era liderado por Hernán Giraldo, les ponía una ‘lápida’ a todos los 'maricas' que habían en la capital del Magdalena. Los amenazaban de muerte a través de panfletos, en donde también declaraban objetivos de guerra a ‘marihuaneros’ y rockeros. Aquel horror no pudo ser detenido y se llevó a cientos de personas que el grupo ilegal consideraba diferentes.