Seis comparecientes que pertenecieron al Frente 34 (Bloque José María Córdoba) de las Farc-EP reconocieron su responsabilidad ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la masacre de Bojayá.
El reconocimiento se dio en medio de una audiencia de versión colectiva que se llevó a cabo en Dabeiba, Antioquia, los días 9 y 10 de septiembre de 2021 y que solo hasta ahora la JEP dio a conocer a través de su canal en YouTube.
'Durante los dos días en los que se realizó la diligencia, los comparecientes respondieron las preguntas de la magistratura e hicieron varios aportes a la verdad, entre ellos el reconocimiento colectivo por la masacre de Bojayá ocurrida el 2 de mayo de 2002, así como la responsabilidad en diferentes tomas guerrilleras y asesinatos', señaló la JEP en un comunicado.
En repuesta a los reclamos de verdad y responsabilidad, uno de los comparecientes, Nelson Benites, dio a conocer detalles de hechos ocurridos en el Cañón de La Llorona durante la década de los noventa, asegurando que era un corredor estratégico por el que se movían alimentos, dotaciones y finanzas.
'Este lugar empieza desde el túnel de Dabeiba para abajo, hasta Mutatá, y nosotros teníamos dominio hacia Santa Teresa, siempre a la derecha del cañón, bajando hasta Riosucio (Chocó) y al otro lado estaba el 5to frente', reveló
Asimismo, el compareciente Pedro Baracutao le contó a la magistratura que después del ataque a Casa Verde, ocurrido en 1991, el Frente 34 llegó al Cañón de La Llorona como forma de retaliación.
'Salimos 120 hombres, montamos un retén de 2 días cerca Taparal, fueron unos 500 o 1.000 vehículos, se pintaron carros con consignas y cogimos víveres, nos retiramos a los dos días por presencia de Ejército', dijo Baracutao.
Nelson Benites también asumió la responsabilidad en la muerte violenta de cuatro militares del batallón Contraguerrilla Arhuacos que se registró entre 1998 y 1999.
'Cogimos 4 militares en un retén, era la cúpula del batallón, iban en una camioneta blanca sin placas, eso fue en Pegadó. Creo que uno de ellos era un teniente, iba un sargento y un cabo; del otro no me acuerdo, me parece que uno se llamaba Hernández, iban de civil y al requisarlos encontramos los papeles y pasamontañas. El comandante Jacobo Arango dio la orden que los ajusticiáramos y se tiraron al Río', conto.
Los comparecientes del Frente 34 reconocieron, además, su responsabilidad colectiva en la toma de Uramita (Antioquia), perpetrada el 8 de junio de 1991, en la que fueron secuestrados dos miembros de la fuerza pública y hubo varias afectaciones a la población civil. Igualmente, reconocieron su participación en la organización y ejecución de ataques y hostigamientos a las Fuerzas Militares, entre las que se encuentra una emboscada realizada en la vereda Tacidó, de Mutatá (Antioquia), en 1999.