Cuando la boxeadora colombiana Ingrit Valencia regresó al país luego de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se encontró con que tenía que desalojar, por decisión de un juez, la casa por la cual ya había pagado un adelanto de 150 millones de pesos (unos 40.000 dólares) en la ciudad de Ibagué (centro).
Este jueves, poco más de un mes después de haber dejado su casa, la medallista de bronce en el peso mosca de los Olímpicos de Río 2016 recuperó parte de la esperanza que se llevó el estafador al recibir una donación de 150 millones de pesos gracias a la campaña 'Ayudar nos hace bien', liderada por la primera dama de Colombia, María Juliana Ruiz.
'Sé que esto es una llave para seguir abriendo más caminos, tanto en mi vida profesional como deportiva. Espero seguir representando a mi país de la mejor manera posible por medio del deporte y enseñarles a más mujeres que tenemos la capacidad de salir adelante en unión y en solidaridad', expresó Valencia, emocionada.