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La muerte por coronavirus de tres hermanos, todos ellos menores de 50 años, en el departamento de Santander es el reflejo de la tragedia que sufre el país, que lucha por contener una segunda ola que está dejando casi a diario nuevos récords de casos.

El primero que murió fue Julián Forero Sandoval, comunicador social y docente, en noviembre; un mes después le siguió Mauricio, un abogado de 42 años; y el más reciente fue Javier, empresario y dirigente político, fallecido este mes.

Los hermanos, oriundos de la localidad de Lebrija, supuestamente se contagiaron en una fiesta que le organizaron a su mamá.