En un comunicado emitido este martes, el Ministro encargado de Justicia y del Derecho, Javier Augusto Olarte Sarmiento, confirmó que tras analizar muestras recolectadas en 2019, el Sistema de Alertas Tempranas (SAT) del Observatorio de Drogas de Colombia detectó la presencia de tres nuevas sustancias psicoactivas en el país: catinonas sintéticas, éxtasis adulterado y ketamina.
Destacó el alto funcionario el rigor científico del SAT, y confirmó que las mencionadas sustancias fueron analizadas por los laboratorios forenses del CTI de la Fiscalía General de la Nación, la DIJIN de la Policía Nacional y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, aplicando metodologías instrumentales validadas y reconocidas internacionalmente.
Igualmente, Sarmiento Olarte resaltó la importancia de que los medios de comunicación den a conocer los hallazgos del SAT para seguir alertando a la comunidad sobre los riesgos a los que se exponen los usuarios de este tipo de drogas, y para que las instituciones y actores competentes puedan adelantar acciones que permitan mitigar riesgos y reducir el impacto del uso de estas sustancias.
Finalmente, el Ministro encargado recordó que el mercado de drogas en Colombia es cada vez más diverso y amplio debido a la aparición de nuevas sustancias sintéticas.
'Si bien a la fecha no se evidencia producción ilícita de drogas de síntesis en Colombia, sí se presenta el fenómeno de la adulteración y dosificación como una actividad ligada al microtráfico o narcomenudeo', puntualizó.
Las siguientes son las sustancias detectadas por el Sistema de Alertas Tempranas:
Catinonas sintéticas
El SAT informa que una vez realizados los análisis a muestras de drogas recolectadas por la ONG Acción Técnica Social (ATS) en diferentes festivales del país, se detectó la presencia de catinonas sintéticas, que se comercializan como MDMA o éxtasis. Dichas sustancias corresponden a:
Eutilona, MDPPP, N-N-dimetilpentilona , 4-metilpentedrona , 4-etilhexedrona y 4-cloroetilmetcatinona.
La principal preocupación de la aparición de estas catinonas sintéticas es el desconocimiento de aspectos relacionados con sus efectos farmacológicos, farmacocinéticos y de toxicidad. Su aparición a nivel mundial es relativamente reciente, por lo que no han sido evaluadas de manera particular y tampoco existe información específica acerca de sus efectos en el ser humano.
Los principales efectos del consumo de catinonas sintéticas son euforia, taquicardia e hipertensión. Pueden causar agitación, comportamiento violento, dolor en el pecho, alucinaciones, paranoia, confusión, movimientos incontrolados, midriasis, hipertermia y en algunas ocasiones se puede producir la muerte derivada especialmente de complicaciones cardiacas.
Éxtasis adulterado en forma de polvo y cristales
Se analizaron muestras en forma de polvo y cristales, vendidos como éxtasis o MDMA bajo denominaciones como ‘Molly’ o ‘MD’, que contienen otro tipo de sustancias psicoactivas, entre las que se logró identificar la presencia de las siguientes catinonas sintéticas:
N-etilpentilona, Dipentilona, Eutilona, N-N dimetilpentilona, Pentilona
Las muestras recopiladas registran un alto precio, lo cual genera entre los usuarios la falsa expectativa de estar consumiendo MDMA o éxtasis de alta pureza o con elevada concentración. Creen que consumen ‘Molly’ o ‘MD’ y terminan ingiriendo otro tipo de sustancias potencialmente peligrosas, como las catinonas sintéticas.
Como adulterantes del éxtasis, estas catinonas tienen consecuencias en la salud más graves, originando reacciones adversas que incluyen agitación, taquicardia, palpitaciones, dolor de pecho, hipertensión, comportamiento violento, alucinaciones, paranoia, confusión, midriasis, vómitos, mioclonía, convulsiones, toxicidad, hipertermia y finalmente muerte, derivada de estas complicaciones.
Ketamina en muestras comercializadas como 2c-b
El SAT generó esta alerta por primera vez en 2013, pero a través del monitoreo que se viene adelantando se estableció que persiste la comercialización de la sustancia conocida en la calle como ‘Tucibi’ (2C-B) o ‘Tuci’. La evidencia recolectada por el Observatorio de Drogas de Colombia señala que en realidad dicha sustancia corresponde a ketamina o a mezclas de ketamina con otras como cafeína y éxtasis.
También se estableció que dichas sustancias se venden a altos precios, por lo que sus compradores piensan que están consumiendo 2C-B o 2,5-dimetoxi-4-bromofenetilamina. El 2C-B es una droga psicodélica perteneciente al grupo de las fenilaminas y que se comercializa también como un polvo denominado ‘cocaína rosada’, debido a su color.
El uso de ketamina produce efectos disociativos y privación sensorial, que va acompañada por alucinaciones y delirio. Esto genera un alto riesgo para la salud.