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La Defensoría del Pueblo emitió un comunicado este domingo, a propósito del ‘Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia’, por medio del cual hace un llamado a implementar acciones integrales de prevención, educación y respeto de los derechos de la comunidad LGBTI.

'Las vidas de mujeres lesbianas, hombres gay, personas bisexuales, mujeres transgénero, hombres transgénero, así como de personas con expresiones de género diversas, siguen estando expuestas a múltiples formas de violencia por prejuicio en Colombia, limitando su acceso a derechos fundamentales como la educación, salud, trabajo, libre expresión y a llevar una vida libre de violencias', manifestó el organismo.

El objetivo de dichas acciones, según la Defensoría, tienen con finalidad permitir que las lesbianas, gais, bisexuales, transgéneros e intersexuales convivan en medio de una cultura que respete la diversidad, como 'valor necesario de la democracia'.

Palabras de la Defensoría

Las vidas de mujeres lesbianas, hombres gay, personas bisexuales, mujeres transgénero, hombres transgénero, así como de personas con expresiones de género diversas, siguen estando expuestas a múltiples formas de violencia por prejuicio en Colombia, limitando su acceso a derechos fundamentales como la educación, salud, trabajo, libre expresión y a llevar una vida libre de violencias.

Hoy, cuando se conmemora el ‘Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia’, la Defensoría del Pueblo reitera que es urgente implementar acciones integrales de prevención, educación y respeto de los derechos de las personas LGBTI (Lesbianas, Gais, ​ Bisexuales, Transgénero e Intersexuales), que permitan transformar las estructuras de la violencia y generar una cultura que respete la diversidad, como valor necesario de la democracia.

Los más recientes casos se dieron con la aplicación de la medida ‘pico y género’ en Bogotá, Valle de Cauca y Cartagena, en donde se puso en evidencia la reproducción de estereotipos y de discriminación en razón al sexo, la identidad y la expresión de género.

Pero son constantes los casos de violencia basada en género, como se evidenció en alertas tempranas sobre personas transgénero en Magdalena y Bogotá, en las que se concluyó que el ejercicio de la prostitución como posibilidad de trabajo informal en estas poblaciones implica un alto riesgo para su seguridad y su salud, sin que puedan tener un mínimo vital y mucho menos vivienda. Esto permite que la violencia de género se agudice, sin que haya denuncias por temor a retaliaciones.

En otra alerta temprana también se denunció la llegada de migrantes y refugiadas de Venezuela a municipios como Maicao (La Guajira), en donde hay grupos grandes de mujeres trans en ejercicio de prostitución, viviendo en situación de calle y hombres gay en déficit en atención de derechos. Incluso personas con VIH sin acceso a servicios de salud.

En el 2019, las Duplas de Género de la Entidad acompañaron a 227 víctimas de hechos de violencia en todo el país. Por ejemplo, en Cauca y Quindío, donde hubo desescolarización por relaciones afectivas en razón a la orientación sexual, vulneración de derechos a estudiantes transgénero por no presentar cambio de nombre en sus documentos, negación de matrícula y participación en ceremonias de grado por no portar el uniforme de acuerdo al sexo asignado y hasta casos de acusación en contra de madres de personas transgénero ante ICBF porque 'según los colegios' ellas infunden comportamientos inmorales.

O en Santander, Quindío y Valle del Cauca, donde hubo discriminación en razón a la orientación sexual e identidad de género el ámbito laboral, despidos injustificados cuando se inician procesos de tránsito de género; incitación a que estudiantes de una Universidad en Quindío presentaran quejas sobre el comportamiento de una docente transgénero y amenazas con divulgar la orientación sexual en el trabajo.

Y siguen las barreras para tratamientos hormonales y reafirmación sexual, teniendo que acudir siempre a la tutela como mecanismo para recibir atención integral y la exposición a violencia institucional.

En la Defensoría del Pueblo estamos convencidos de que el respeto a los derechos de esta población es fundamental para la paz en Colombia. Será su capacidad, liderazgo, movilización y especial protección, la que nos permitirá construir caminos donde se celebre la diversidad.