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La comunidad indígena del resguardo de Huellas del municipio colombiano de Caloto, en el convulso departamento del Cauca (suroeste), retuvo este viernes a 31 miembros de la fuerza pública y denunció la supuesta agresión que cometieron los soldados contra varias mujeres de la zona.

'Mientras varias mujeres de la comunidad Nasa pastoreaban el ganado, fueron sorprendidas por unos militares que dispararon contra ellas', denunció a Efe el consejero del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Giovanni Yule.

Según Yule, las mujeres alertaron a la comunidad, que reaccionó reteniendo a los uniformados, entre los que se encuentran cuatro policías, y los dejó a disposición de las autoridades étnicas.

'En estos momentos hay una gran asamblea, ha hecho presencia la Defensoría del Pueblo regional, la Procuraduría, un delegado de la Gobernación del Cauca y el secretario de Gobierno del municipio de Caloto', confirmó el consejero.

En la asamblea, los organismos de control, que operan como mediadores, establecen con las autoridades indígenas el mecanismo a través del cual la comunidad hará entrega de los uniformados.

De acuerdo con el CRIC, durante la reunión, la Fuerza Pública atacó de nuevo a la comunidad y un comunero fue herido, sin gravedad, en la cabeza.

Denuncian de otros ataques

El CRIC también denunció que este no es el primer ataque del cual la comunidad es víctima por parte de los uniformados.

'El sábado la comunidad había salido a pastorear el ganado y desafortunadamente encontró 30 reces envenenadas y el domingo, mientras estaban limpiando el potrero del veneno, dispararon también contra ellos', agregó Yule.

Ese día, la comunidad también retuvo a ocho militares que fueron entregados a la delegada provincial de la Procuraduría y al secretario de Gobierno del municipio.

'Hoy, nuevamente se repite esta situación y queremos denunciar esto ante los organismos internacional y ante los organismos nacionales defensores de derechos humanos porque pensamos que ha sido una agresión sistemática contra el pueblo Nasa del norte del Cauca', denunció el consejero.

La versión del CRIC señala que los uniformados defienden los intereses de la gran industria en el Cauca, actividades a las que las comunidades étnicas se oponen.

'La Defensoría está cumpliendo un papel de mediación para establecer cómo entre la asamblea del pueblo Nasa y el CRIC se pueda tomar una decisión para avanzar en un acuerdo que nos permita salir de esta encrucijada', agregó Yule.

La comunidad propuso a los organismos de control que las armas con las que fueron atacadas este viernes las mujeres sean entregadas a las autoridades indígenas para que estas las destruyan.

El Cauca es uno de los departamentos colombianos más golpeados por el conflicto armado y prácticamente no conoce los beneficios del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 por el Gobierno y la entonces guerrilla de las FARC.

Al menos 66 miembros del pueblo indígena Nasa, entre ellos 13 de sus autoridades, fueron asesinados el año pasado en el Cauca, reveló en marzo pasado la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) en su informe anual para Colombia.