El último día del año pasado los paramilitares volvieron a rondar el municipio de Bojayá, en el norte del Chocó, como cuando en mayo de 2002 lo hicieran las AUC con el desenlace trágico que todo el país lloró: más de un centenar de muertos por la pipeta de las Farc sobre la iglesia de la localidad para enfrentarlas.
Esta vez el enfrentamiento se da entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el Eln, que se disputan las rutas fluviales del narcotráfico que dejaron las desmovilizadas Farc.
La comunidad alertó en pleno 31 de diciembre que al menos 300 hombres de las Autodefensas confinaron al centenar de familias que habitan el corregimiento de Pogue, en Bojayá, a orillas del río Atrato.
De hecho, denuncias similares se han venido haciendo desde hace por lo menos un año en zonas aledañas y la Defensoría del Pueblo ha emitido por ello una veintena de alertas tempranas el año pasado, advirtiendo sobre el confinamiento de más de 2 mil personas en distintos puntos y la presencia de las Autodefensas en los cascos urbanos de Uramita, Dabeiba y Cañasgordas, así como ha evidenciado acciones del Eln en Bojayá y en el nororiente de Córdoba.
El ente del Ministerio Público concluyó que había una 'grave crisis humanitaria y la sistemática violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario contra las comunidades afros e indígenas perpetrada por actores armados legales e ilegales'.
La lucha de estos grupos ilegales es para quedarse con los corredores del narcotráfico que van desde la Costa Pacífica hasta Centroamérica y los Estados Unidos. Rutas que dejaron tras de sí las Farc al desmovilizarse. Por ello hacen presencia en el Chocó la facción del Clan del Golfo, al mando de alias Monseñor, y los elenos.
Luego de las denuncias del martes, el pasado jueves al amanecer llegaron a la población del norte chocoano tropas con más de un centenar de hombres y desde allí el general Luis Fernando Navarro Jiménez, ministro de Defensa encargado y comandante general de las Fuerzas Militares, aseguró que la meta es 'neutralizar cualquier accionar de Grupos Armados Organizados, Gaor, que como el Eln y el Clan del Golfo, delinquen en la zona'.
Al término de un consejo de seguridad en la localidad, Navarro, acompañado por el comandante del Ejército, el general cartagenero Eduardo Zapateiro, y el comandante de la Séptima División, el general Juan Carlos Ramírez, aseguró que 'tan pronto se conoció la información de la comunidad, las tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán se desplazaron al caserío de Pogue, que era donde se estaba generando la alerta para atender la situación de manera inmediata'.
Y anunció que el comandante de la Séptima División 'dispuso el envío de 70 hombres más adicionales a los que tenemos en el área', al tiempo que se ordenó aumentar la presencia de las tropas en la cabecera municipal de Bojayá, establecer controles permanentes en los caseríos de Corazón de Jesús, Lomas de Bojayá, Piedra Candela y Pogue y adelantar operaciones en el área general del río Cuía para neutralizar los corredores de narcotráfico que son disputados por los mencionados grupos ilegales.
Finalmente, adelantó que la próxima semana el alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, irá a Bojayá 'para suplir las necesidades básicas insatisfechas de la comunidad'.