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Con rezos nocturnos y cantos tradicionales afrodescendientes, los habitantesde Bojayá despiden este domingo a las 79 víctimas mortales de la masacre ocurrida hace 17 años.

Durante la tarde de este domingo habrá un espacio privado de reencuentro de familiares y víctimas, que dará inicio al velatorio y el rezo de la novena de los fieles difuntos que no pudieron  hacer hace 17 años.

En la mañana del lunes se celebrará otra eucaristía que, una vez concluida, dará paso a un cortejo fúnebre hasta el cementerio con los cofres blancos, con restos de los niños, y cafés, con los de adultos donde los serán inhumados en un mausoleo con estructura de madera y bóvedas de mármol construido en homenaje a las víctimas. 

Durante el novenario serán sembrados 100 árboles en memoria de las víctimas para que finalmente puedan descansar en paz.

El pasado 11 de noviembre comenzó el proceso de la llegada de los cuerpos a bordo de un helicóptero Mil Mi-17, de fabricación rusa, proporcionado por la ONU.

Un vez en su tierra, iniciaron un recorrido por Vigía del Fuerte, Bellavista (Viejo), Bellavista (Nuevo), Pogue y las demás comunidades rivereñas, donde recibieron un homenaje.

Los cuerpos de las víctimas de esta masacre cometida por las Farc el 2 de mayo del 2002 cuando, en medio de un combate con paramilitares, el entonces grupo guerrillero lanzó un cilindro que explotó en la Iglesia donde se refugiaban los pobladores de este municipio de Chocó, volvieron a ser exhumados porque, después de esta tragedia, los restos fueron arrojados a una fosa común y luego fueron entregados a la alcaldía y enterrados en el cementerio local y en camposantos de diferentes municipios, pero sin la certeza de quién era quién. 

Por eso, en el 2016 la comunidad pidió hacer de nuevo las exhumaciones para identificar científicamente a cada una de las víctimas. Las labores de identificación arrancaron en mayo del 2017 y concluyen este lunes, con la entrega de los cuerpos.