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El presidente del Congreso, el senador bolivarense Lidio García, del Partido Liberal, le dijo a EL HERALDO este martes que esta tarde definirá junto con su equipo jurídico si se lleva a cabo el próximo miércoles, como estaba prevista, la votación de la moción de censura contra el exministro de Defensa, Guillermo Botero, pese a que el exfuncionario renunció desde la semana pasada.

Así las cosas, el miércoles se puede dar un evento inédito, el hecho de que un ministro pudiese ser censurado por primera vez en la historia del país desde el Capitolio Nacional, con la particularidad de que ya el exintegrante del gabinete dimitió.

Sin embargo, las opiniones en el Legislativo están divididas al respecto, incluso entre los partidos gobiernistas e independientes que anunciaron que votarían positivamente el mecanismo de control político: liberales, Cambio Radical y La U.

Donde sí parece estar claro el panorama de la votación es en la oposición, que respaldó con sus firmas la solicitud del senador disidente de La U, José David Name.

Al respecto, el cesarense Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, le dijo a este diario que espera que la votación de la moción siga en pie, así haya dimitido el ministro, porque 'sería un declaratoria de indignidad política, sobre todo porque el presidente Duque insiste en homenajear a Botero y sobre todo porque aún hoy el ministro no acepta ninguna de sus equivocaciones'.

De otro lado, el barranquillero José David Name, de La U, sostuvo en diálogo con este medio que no ve necesaria dicha sesión de votación en el pleno del Senado, toda vez que ya Botero renunció y eso es lo que busca finalmente la moción de censura.

Las críticas

Desde antes de asumir como ministro, Botero, a mediados de julio de 2018 anunció que entre sus metas estaba la 'reglamentación de la protesta social', para que fuese 'una protesta ordenada que verdaderamente represente los intereses de todos los colombiñanos y no solo de un pequeño grupo', con lo que levantó críticas de varios sectores.

Posteriormente, en febrero pasado el director de HRW, José Miguel Vivanco, denunció que el Gobierno Nacional había ascendido a nueve generales salpicados en casos de ejecuciones extrajudiciales, entre ellos al comandante del Ejército, general Nicacio de Jesús Martínez. Y dos meses después se registró el asesinato del excombatiente de las Farc, Dimar Torres, a raíz de un disparo de un miembro del Ejército.

Luego, influyentes medios como ‘The New York Times’ y ‘El País’ de España, denunciaron que había una aparente nueva política del Comando del Ejército, en la que supuestamente se exigían resultados por bajas o muertes en combate.

Por ello, el ministro fue citado a su primer debate de moción de censura en la plenaria de la Cámara, convocado por 23 representantes de la oposición e independientes, con cuestionamientos como el crimen del desmovilizado Dimar Torres y el posible regreso de los 'falsos positivos'. Pero la votación del 13 de junio a favor de Botero fue de 121 contra 20.

Luego, el senador Roy Barreras, de La U, citó nuevamente a moción de censura al jefe de la cartera de seguridad en medio de un debate de control político del 15 de octubre pasado en la plenaria de la cámara alta: 'En el último año todos los riesgos de seguridad han empeorado: aumentó el riesgo de confrontación con Venezuela, se duplicó el Eln, no han podido contener disidencias, aumentaron los GAO, aumentó la inseguridad en las ciudades, fracasó la erradicación y empeoró el narcotráfico'.

Y al final de la sesión, el exintegrante de la mesa de paz de La Habana, a través de una proposición firmada por 15 senadores opositores, solicitó la moción de censura contra Botero.

Pero en esta ocasión, liberales y Cambio Radical, los independientes del Congreso, previo al debate de moción anunciaron su voto en contra del ministro, lo que lo ponía con un pie afuera, pues una votación de la mitad más uno –que en ese momento sumaban los opositores, independientes y disidentes de La U-, obligaban a Botero a abandonar el cargo.

En el debate del pasado martes 5 de noviembre, en el pleno del Senado, Barreras reveló además que en un bombardeo en San Vicente del Caguán, Caquetá, el pasado 29 de agosto, habrían resultado muertos siete menores de edad, entre ellos una niña de 12 años, de acuerdo a registros de Medicina Legal que, según el senador, habrían sido escondidos al público.

De inmediato se produjo un escándalo nacional, el resto del gobiernista Partido de la U anunció también su voto en contra, con lo que la salida estaba cantada, y hasta los oficialistas conservadores deliberaban sobre cómo votar. Los únicos que respaldaron al titular de la cartera de Defensa fueron los uribistas.