El primer informe en el mundo de temática de victimización Lgbt (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) en el marco de un conflicto armado que recibe una Comisión de la Verdad en el mundo, fue elaborado por la ONG Caribe Afirmativo a partir de los dolorosos relatos de víctimas del sur de Córdoba, los Montes de María y el Urabá Antioqueño.
EL HERALDO conoció el reporte ‘¡Nosotras Resistimos! Informe sobre violencias contra personas Lgbt en el conflicto armado en Colombia’, que será entregado este jueves en Montería al padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad.
En el documento se incluyen estremecedores historias de mujeres lesbianas, hombres gais, personas bisexuales y hombres y mujeres transexuales, víctimas del grupo de extrema izquierda de las Farc, del grupo de extrema derecha de las AUC y también víctimas de la fuerza pública.
Lea aquí: Este es el documento íntegro ‘¡Nosotras Resistimos!’, de Caribe Afirmativo
'Me violaron 10 de las Farc'. Un hombre gay de Chigorodó, Antioquia, contó el episodio de violencia sexual al que fue sometido por parte de la guerrilla y la manera en que no pudo contar a su familia lo sucedido.
'(…) Al rato como que traté de reaccionar y seguían en la misma cosa, prácticamente yo fui violado por ahí por 10 guerrilleros de las Farc. Eso fue por ahí tipo entre 10 de la mañana y 1:30 de la tarde, que pasaron los hechos. Después de que pasó todo, se retiraron, se fueron y ya muy tarde yo me coloqué la ropa y pude llegar a mi casa. Pude llegar a mi casa. Mi mamá no estaba porque estaba en una cita médica acá, cuando ella llegó yo estaba en la casa, dije que tenía mucho dolor de cabeza, que me sentía indispuesto y me acosté', se lee.
'Las AUC me decían que me iban a cambiar'. Una mujer lesbiana de Turbaco, Bolívar, entrega un testimonio acerca de cómo fue drogada y violada por los paramilitares, quienes además lo hicieron para 'cambiarla' y para que 'aprendiera a ser una mujer de verdad'.
'Yo tenía mi pareja. Al comandante paramilitar le molestaba que ella viviera conmigo. No nos podía ver juntas porque amenazaba con matarnos o hacía disparos al aire. Él decía que a las mujeres lesbianas había que enseñarlas a ser ‘mujeres de verdad’ y que ‘él me iba a cambiar’. Entonces me obligó a trabajar para ellos. Me ponía a trasladar mercancía entre Luruaco, Atlántico, y Clemencia, Bolívar, bajo la amenaza de que si no lo hacía entonces me mataría a mi familia o a mi novia. Tuve que trasladar materiales, armas y hasta muertos. En uno de esos viajes, me obligó a tomar cerveza y me drogó. Cuando desperté estaba amarrada en un cuarto que no conocía. Hasta que pude escapar, me golpeaban y me violaban. Mi hijo es el mejor regalo de esa pesadilla', narró.
'A Mariposa la atropellaron dos policías'. Una persona Lgbti de El Carmen de Bolívar recordó la agresión de dos uniformados de la Policía a uno de sus compañeros, cuya vida profesional se truncó después de lo ocurrido.
'Mariposa estaba contando que tenía una presentación de danza el sábado y se deleitaba con los detalles del vestido de lentejuelas que iba a llevar. Soñaba con eventos internacionales de danza, grandes escenarios, luces y ovaciones de públicos inmensos. En aquel entonces, Mariposa era un bailarín talentoso, muchos dirían que el mejor de El Carmen de Bolívar, y lo contrataban en muchos eventos. Todos estábamos seguros de que llegaría lejos bailando, pero algunos años más tarde, un par de policías lo atropellarían intencionalmente con su moto, acabando con sus posibilidades de volver a bailar y con todos esos sueños', dijo.
Las distintas violencias. El informe indica que en el caso de las Farc y los paramilitares se identificaron como principales violencias la amenaza, desplazamiento, homicidio o feminicidio, distintas formas de violencia sexual, tortura y esclavitud.
Entre tanto, en el caso de la fuerza pública 'las principales violencias fueron la detención arbitraria, distintas formas de violencia sexual, torturas y lesiones personales'.
Señala al respecto Caribe Afirmativo que se identificó que estas violencias fueron cometidas por prejuicios relacionados con la Osigeg –orientación sexual, identidad de género o expresión de género- diversa y afectaron a personas Lgbt con una expresión de género diversa visible; de distintas edades –principalmente niños, niñas, adolescentes y personas jóvenes–; generalmente de una baja condición socioeconómica; que habitaron principalmente en territorios rurales, pequeños núcleos urbanos o zonas periféricas de ciudades.
Los impactos. Las cicatrices que dejaron estos eventos en las víctimas, se lee, que 'entre los psicosociales se encuentran el miedo, el estrés postraumático, la depresión, el aislamiento, entre otros'.
Así mismo, el ‘autocontrol’ de la orientación sexual, identidad de género y/o expresión de género: 'Muchas personas Lgbt se vieron forzadas a ocultar o disimular su Osigeg diversa por miedo a sufrir nuevas violencias en razón de la misma'.
De igual forma, hubo negación del acceso a la justicia 'ante la naturalización y percepción de las violencias contra personas Lgbt como merecidas, estas sufrieron el total silenciamiento e impunidad de estos'.
Los móviles de los armados. Pone de presente la ONG que los actores armados perpetraron estas violencias bajo un móvil prejuicioso y con un fin estratégico que 'consistía en fortalecer un orden social excluyente y heteronormativo que les permitiera, a su vez, reforzar su legitimidad social frente a comunidades que compartían los prejuicios que fundamentaban las violencias y reforzar el control territorial'.
Este hecho de analizar sistemáticamente las violencias, señalan, permite entender sus similitudes y diferencias, 'e inferir razonablemente, a partir de las múltiples similitudes –incluidos el móvil y el fin compartido por las violencias–, que fueron hechos que hicieron parte de un plan criminal'.
La verdad y la justicia. Para Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, este informe es fundamental en la construcción de la historia de la guerra en el país, ya que 'la verdad tiene un estatus igual de importante que la justicia, pues además de que los responsables sean castigados y asuman compromisos con la reparación y la no repetición, requerimos de la mano de la búsqueda de la verdad para saber las razones, el fin último de estas violencias y las motivaciones, pues solo así lograremos romper el cerco del continuum de violencias'.
Advierte el activista que no se gana nada con los responsables respondiendo 'si no desinstalamos de la sociedad las acciones que impulsaron a esta violencia prejuiciosa y negadora de la diversidad como un valor social'.
La reparación. Entre las medidas de reparación que se piden en el informe, primero, se destacan las disculpas públicas del Estado, la construcción de casas comunitarias Lgbt, monumentos Lgbt en los lugares de ocurrencia de los hechos y placas conmemorativas en las plazas públicas de los pueblos.
Así mismo, cátedras sobre ciudadanía y convivencia con enfoque de género en la educación primaria y secundaria del país, la producción de un juego sobre construcción de paz para las escuelas públicas -que sea elaborado con enfoque de género-, murales de la resistencia en sitios públicos de instituciones del Estado, nombrar sitios públicos con nombres de activistas o víctimas Lgbt e instaurar el Día de las Víctimas Lgbt.
También, el reconocimiento por parte de la fuerza pública al Mes del Orgullo Lgbt con la incorporación de elementos distintivos de la diversidad como la bandera Lgbt, la transmisión de un documental sobre las violencias contra personas Lgbt -producido por personas Lgbt y en horario de gran difusión de la televisión nacional.
Y apoyar la producción de una discografía/podcast que narre las vidas de personas Lgbt, apoyo de emprendimientos en los territorios de víctimas Lgbt, un museo de la diversidad en el conflicto e intercambios entre colectivos Lgbt territoriales.